Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 3

Una vez que la ayudó a desvestirse y ponerse el pijama, la ayudó también a meterse dentro de la cama y le puso dos almohadas para que pudiera dormir semi-acostada.

—Descansa y buenas noches.

—Gracias e igualmente.

El hombre salió del cuarto entornando la puerta y caminó hacia la cocina, pero algunos minutos después regresó al dormitorio para avisarle que alrededor de las diez de la mañana irían a tribunales, pero cuando le habló, la vio dormida.

Salió de allí y se preparó algo para comer para luego apagar las luces y entrar a su habitación. 

Horas después de la medianoche, Autumn se levantó de la cama como pudo para ir al baño y para tomarse la pastilla que le había recetado el médico, no sin antes comer algo que había encontrado en la alacena de arriba.

Colin se levantó también para beber agua y se quedó unos minutos con ella para hablar.

—¿Ya te tomaste la pastilla?

—En unos momentos iba a hacerlo, quería comer algo antes.

—¿Papitas Pringle's?

—Me gustan —sonrió teniendo entre medio de los dientes una papita entera.

A Colin le gustó lo despreocupada que era la chica con respecto a no prestarle atención a la manera en cómo podía quedar con una papita en la boca, la hacía ver más humana y no una muñeca que debía retocarse cada cosa por miedo a quedar ridícula o sin maquillaje.

—A mí también —le sacó un par del tubo—. Te espero para ayudarte a meterte de nuevo en la cama.

—No —negó con la cabeza—, puedo arreglarme sola, no te preocupes, ve a dormir.

—¿Estás segura? —La observó con atención a los ojos.

—Sí, tranquilo. Gracias de todas formas.

—De acuerdo, buenas noches —le dijo y tomó tres papitas más llevándose consigo el vaso de agua mineral.

Autumn terminó de comer dos papitas más y se tomó la pastilla con el agua. Apagó las luces y regresó de a poco al cuarto.

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Alrededor de las ocho de la mañana ella se despertó y salió de la cama, con lentitud caminó hacia el sanitario para lavarse la boca y enjuagarse la cara. Mirándose en el espejo se dio cuenta que necesitaba arreglarse la mejilla de inmediato y trataría de hacer lo posible con el maquillaje que solía usar para ella misma.

Colin golpeó la puerta del cuarto y entró una vez que ella le dijo que podía pasar.

—¿Quieres que te ayude a ducharte y a vestirte? —le preguntó cuando la vio salir del baño.

—No quiero ponerte en un compromiso.

—Me estoy ofreciendo a ayudarte.

—Me sentiría incómoda si tienes que ducharme y vestirme.

—No serías la primera mujer que vea desnuda y estamos en una situación de necesidad, no por gusto.

—Bueno —se puso toda colorada— pero me ducharé sola y cuando te llame me enjabonarás la espalda, luego me ayudarás a vestirme.

—No hay problema. ¿Tienes pensado ponerte alguna ropa nueva?

—Era mi idea.

—Me parece bien, ¿la has elegido ya? —Ella asintió con la cabeza.

—El pantalón blanco con la blusa de colores otoñales.

—Me gusta.

—Gracias. Iré a ducharme.

—¿No necesitas que te saque la ropa y la faja?

—N-no lo había pensado —tragó saliva con dificultad.

—Creo que estás más pendiente de que no quieres que te mire que el hecho de que quiero ayudarte para que no hagas ningún esfuerzo.

—Es cierto, me da vergüenza que me veas.

—En pocas horas nos casaremos, ¿no te parece que es un poco ilógico lo que me estás diciendo, Autumn?

—No me lo parece para alguien que nunca se quedó desnuda frente a un hombre.