Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 2

Allister quedó estupefacto ante la confesión de su yerno.

—¿Cómo que no? —cuestionó desesperado.

—Como lo has escuchado, Anthony. Y toda la culpa la tienen Heather y Summer, no tomaron en cuenta mis advertencias y mucho menos la amenaza que le hice la semana pasada a tu esposa, le dije bien claro que no tenía que joderla más, pero me parece que creyó que era un flojo y no tomaba las cosas en serio.

—¿Qué has hecho?

—Lo que les estuve diciendo desde hace semanas atrás, he roto el contrato, el único que existía, se van a joder ahora —declaró con mordacidad y muy serio también—, ahora sí que esas dos serpientes se van a tener que arrastrar frente a Autumn para que le pidan por favor algo, pero si quieres repuntar la empresa vas a dejar que meta gente de mi confianza aquí y comenzarás a producir y a vender bajo mis órdenes, cuando vea que esas dos mierdas que viven contigo, dejan de molestar, dejaré que seas tú el que imparta las órdenes.

Anthony apretó los puños, se sentó de nuevo y apoyó la frente contra el escritorio procesando lo que Colin le había dicho.

—¿Por qué lo harías?

—Porque veo cuando un hombre está acorralado y porque alguna vez tuviste una amistad sana con mi padre. No lo hago por ti, es por Autumn, es ella quien me dice la manera en cómo tu esposa y tu otra hija te manipulan para sus antojos y tú caes en sus redes.

—Me será más fácil y rápido obtener esas acciones que la producción y venta.

—Aunque no quieras hacer eso, lo vas a tener que hacer, Anthony, no hay más contrato prenupcial, ya no existe. Si quieres el dinero, obedéceme y juntarás el dinero rápido, pero con una condición, quiero el 50% de esas ganancias.

—Estás loco.

—Después de todas las cosas que le hicieron pasar a Autumn, es lo justo, peor sería si te pido el 70% de esas ganancias y ustedes se quedan con el 30%, tu esposa e hija se merecen eso y más por todo lo que le hicieron durante años. No sé si tú eras igual o peor que ellas, pero Autumn nunca habló mal de ti, solo me decía que eras manipulable.

—De acuerdo, lo acepto —dijo a regañadientes y mirándolo a los ojos.

—Me parece perfecto, así es como se hacen los negocios, suegro.

—¿Qué harás con el 50% de esas ganancias?

—No te interesa por el momento. Eso sí, alguien de mi empresa supervisará esas ventas, ya sabes, por las dudas.

—Está bien.

—Otra cosa más, no comentes este asunto a nadie, mucho menos a quienes tienes viviendo en la misma casa.

El hombre solamente asintió con la cabeza.

—Te espero mañana en esa dirección, una última cosa, Autumn ya no es más el eslabón entre las dos empresas, ahora me pertenece y nadie —declaró con énfasis en su voz—, ni tú y mucho menos las dos arpías que tienes, podrán separarnos.

—Estás enamorado de ella.

Colin no le respondió sobre aquella afirmación, solo le sonrió de lado y le dijo que lo esperaba al día siguiente. Pocos minutos más tarde, se retiró de la empresa para regresar al departamento.