Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 10

La mañana posterior al casamiento, la familia de Colin y ellos se sentaron a desayunar en el comedor del pent-house.

—La ceremonia y la fiesta han estado preciosas —comentó Tania con alegría.

—Supongo que todos quedaron conformes —acotó Colin.

—Quiero creer que sí —admitió su madre.

—Le pedí a tu padre beber un café la semana que viene —le dijo Richard a Autumn y esta se quedó bastante sorprendida.

—¿Sí? ¿Por qué?

—Porque creo que necesitamos hablar de lo que pasó hace un año atrás. No me dejó explicarle bien, yo no tuve nada que ver.

—Lo entiendo, ¿y te aceptó la charla?

—Sí.

—Eso es lo importante, ¿no? —le contestó y él asintió con la cabeza—, solo espero que puedan hablar sin que se genere otro problema.

—Lo espero yo también, Autumn.

—¿Y dónde irán de luna de miel? —curioseó Marcus.

—No hay luna de miel, mis clientas no sabían que me casaba y tengo trabajo esta semana que está por comenzar —expresó y luego agregó algo más—, aparte de que nos casamos por otra cosa y no por algo más común como sentir amor.

—A mi familia se lo puedes decir con confianza, Autumn —la miró y ella tragó saliva sabiendo bien a lo que él se refería.

—¿Qué cosa nos tiene que decir? —Quiso saber April, pero Tania se adelantó a su nuera.

—Que le gusta Colin y viceversa, ¿o me equivoco? —se lo preguntó a su hijo al tiempo que lo miraba a los ojos y este negó con la cabeza.

—No te equivocas, madre. Creo que no se puede disimular algo que se siente, ¿no? —le respondió a su madre mientras observaba a su esposa y la tomaba de la mano. 

—En ese caso, podríamos organizar una luna de miel relámpago —sugirió April.

—No hace falta, no es algo que pensé tener porque entendía el arreglo —manifestó Autumn.

—Ahora es diferente, esa luna de miel la podemos tener más adelante, por lo pronto, si tú quieres podemos ir a Los Hamptons.

—No conozco la zona, pero estará bien por mí.

—Perfecto, en ese caso, si el viernes no tienes que atender a alguna clienta o a varias, podemos irnos. Iremos en coche.

—No, no tengo a nadie y de acuerdo —asintió con la cabeza mientras lo miraba a los ojos.

—Entonces yo tomaré posesión de tu silla presidencial —se burló April entre risas.

—Ocúpate de lo que sabes hacer mejor, yo le cuido la silla a tu hermano —acotó Richard.

—Me parece bien —habló la chica.

—¿Has pedido por un día más de estadía? —cuestionó su padre.

—Sí, nosotros regresaremos mañana.

—¿A qué hora? —Quiso saber Autumn.

—Antes de la una de la tarde, ¿te parece bien?

—Sí, porque a las dos tengo a una clienta.

—Perfecto entonces. 

🍁

Al día siguiente la pareja de recién casados regresó al departamento que compartían y como lo habían acordado de antemano, Colin comenzó a trabajar en el hogar mientras ella atendía a sus clientas en el estudio de maquillaje.