• Parte 3

52 25 4
                                    

En la entrada del edificio, Avalon se cruzó con Anthony quienes se sorprendieron al verse de nuevo, puesto que no lo hacían desde hacía meses atrás y la última vez había sido en un evento y antes del lío.

—¿Avalon? ¿Qué haces aquí? —Frunció el ceño con intriga.

—He venido a ver a tu hija, le pedí una cita para un maquillaje.

—Me extraña verte después de tantos meses, ¿tú no tienes una maquilladora disponible que pueda ayudarte?

—Sí, pero siempre es bueno probar con otras personas y ver si son capaces para lo que busco.

—¿De qué hablas? —Ladeó la cabeza sin entenderla del todo.

—Me gustaría ampliar mi staff de maquilladores y creo que tu hija tiene potencial. ¿Qué opinas?

—Diría que eso lo decide ella —le respondió con sinceridad—, lo que no termino de entender es por qué apareciste.

—Anthony, siempre he estado en este ambiente, no te entiendo.

—¿Por qué ahora y no antes? A eso me refiero. Nos conocemos desde hace años, de cuándo éramos jóvenes.

—No le veo lo raro, en nuestro círculo todos se conocen, le pedí una cita porque supe por una amiga que Autumn maquillaba muy bien y vi las campañas publicitarias de la empresa de tu yerno.

—Comprendo —le respondió no tan convencido—. En fin, subiré para visitarla.

—Me alegro haberte visto.

Ambos se alejaron un poco, pero la mujer se dio la vuelta y le habló de nuevo.

—Anthony —lo llamó y este se giró para mirarla—, ¿tienes un tiempo libre para tomar un café conmigo y charlar?

—Sí, lo tengo.

—Bien, te llamará a la oficina desde el número que aparece en la página.

—De acuerdo. Hasta pronto.

—Hasta luego —le dio una sonrisa y caminó hacia su coche.

La joven escuchó el timbre del departamento y fue a abrir sabiendo bien que era su padre. Ambos se saludaron y pasaron a la cocina para conversar.

—¿Cómo está todo? —cuestionó él.

—Bien, ¿y tú?

—Podría haber estado peor.

—¿Cómo llevas el tema de lo que ambos sabemos?

—Las he ido a ver la semana pasada, Heather está intentando salir de a poco, pero Summer se negó a salir para conseguir un trabajo, cree que lo que les di le va a durar siempre.

—¿Y tú qué piensas hacer? ¿Vas a seguir manteniéndolas? No te correspondería por todo lo que hicieron, no me importa si las quieres mantener igual, si es que las dos eran buenas personas, pero no lo son, papá y tú no les debes nada, ninguno de nosotros les debe algo.

—¿Por qué no tienes maldad, Autumn? Ni una pizca de cinismo tienes. ¿Por qué? —Unió las cejas mirándola—, ni siquiera yo debería ser perdonado por las estupideces que te hice influenciado por ambas.

—Papá, soy adoptada, quizás mis padres biológicos no eran tan malos como yo pensaba.

—¿Pensaste que eran malos?

—Pensaba que podrían ser ladrones, o con algún vicio.

—No, nada de eso, cuando llegaste a la casa, yo fui el primero en recibirte y estabas limpia, envuelta en una manta, con un colgante de hoja de arce y con una nota.

La joven mujer quedó asombrada porque no se esperaba que su padre le contara la manera en cómo había llegado a su casa, sabía por Summer que había aparece en la puerta, pero no más que eso.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Where stories live. Discover now