• Parte 5

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El padre del novio le prendió un botonier en la solapa del saco del esmoquin, era una hoja otoñal de arce con una vara de brezo rosado y una sola flor, la anémona hupehensis en color blanco, ya que esas mismas flores y hojas tenía el ramo de Autumn.

—Marcus, ¿le has dado a Autumn lo que te pedí que le dieras?

—No, pero estaba por ir. Busco su anillo también, ¿verdad?

—Sí.

Antes de pasar al otro cuarto, tomó el regalo y golpeó la puerta para saber si podía entrar. Cuando le dijeron que podía, él entró y se acercó a la novia.

—Estás hermosa, Autumn.

—Muchas gracias, Marcus —le sonrió—. ¿Necesitas algo?

—No, solo pedirte el anillo y entregarte este paquetito. 

—¿Para mí? —Alzó las cejas estando sorprendida.

—Sí, es de parte del novio —sonrió.

—Tienes que tener algo nuevo, pero la vestimenta, el calzado y complementos no contarían porque está claro que tienes que usar estas cosas —comentó Tania.

—Sí, pero no esperaba un regalo de él.

—Ábrelo —la instó su cuñado.

Autumn desanudó el moño y abrió la cajita para encontrarse con un par de aros y un collar, ambos en forma de hojas.

—Qué precioso conjunto —admitió April.

—Es hermoso, no pensé que fuese a regalarme algo así —declaró la joven mirando los destellos que daban las pequeñas hojas.

—Le diré que te gustó el conjunto —contestó Marcus—, ahora, necesito tu anillo de bodas.

La chica se lo sacó y se lo entregó.

—Gracias, nos vemos luego.

—Hasta pronto.

April y Tania le colocaron los accesorios y la asistente de la tienda terminó por ultimar detalles del vestido y el velo.

—Algo prestado, es el rosario que usé cuando me casé con Richard —le dijo su suegra pasándoselo por el tallo con cintas del ramo de novia.

—Y algo azul —le respondió April poniéndole un anillo en el dedo anular derecho—, es un regalo de mi parte para que lo uses hoy y cuando quieras.

—April, es demasiado —le contestó viendo el anillo con una piedra de tamaño mediano de color azul.

—Úsalo, me podrá feliz que lo uses.

—Lo haré —le expresó y ambas se dieron un cálido abrazo.

Era la una en punto y Colin junto a su padre y hermano estaban en la sala donde se llevaría a cabo la ceremonia nupcial. El novio fue saludando a los invitados que estaban sentados y se acomodó la pajarita de color naranja claro.

—¿Te molestaría que lleve a Autumn hasta el altar? —le preguntó Richard.

—No me molestaría para nada, pero ya tiene a alguien más que caminará junto a ella hasta aquí.

El padre de Colin levantó las cejas un poco sorprendido y pensó solamente en alguien que solía ser su amigo.

—¿Anthony?

—Así es. Le pedí ayer que viniera para entregar a la novia, le llevé la invitación y nos encontramos en el bar del hotel para arreglar un par de cosas.

—¿Aceptó venir?

—Estoy seguro de que pronto estará esperándola en la entrada de la sala. Lo que no quiero es que, de algún modo, tú y él, terminen discutiendo en mi boda.

—Por mi parte no lo haré, espero que Anthony se ubique también si yo lo hago.

—Sé que no sueles recibir consejos de tus hijos, pero esta vez sí necesito meterme y darte uno, deberías hablar con él en algún otro momento u hoy, cuando nadie los moleste, para saber qué fue bien lo que pasó, para que los dos se digan lo que se tienen que decir sin levantar las voces.

—De hacerlo, creo que sería más conveniente otro día, beber un café y arreglar el lío que se generó, yo a Anthony no lo odio, pero sí me cayó mal cuando me acusó de algo que jamás le hice.

—Lo sé, por eso quiero que hablen, porque me parece que terminó manipulado por alguien más.

—¿De qué hablas? —Frunció el ceño sin entenderlo del todo.

—No es un tema para hablarlo ahora, solo quiero que bebas un café con Anthony. 

—Lo haré si él acepta. Es cierto que no recibo consejos de ustedes tres, salvo de mi esposa, pero esta vez sí te lo tomo en cuenta.

—Gracias.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Where stories live. Discover now