• Parte 5

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Salieron del cuarto y él le entregó una taza de café con leche mientras le acercaba en un plato algunas tostadas con mermelada y sándwiches de jamón y queso.

—Mañana tendremos un desayuno mejor, hoy hay que apurarnos un poco.

—Está bien, no hay problema.

Menos de media hora tardaron en desayunar y salir del departamento. Cuando bajaron al estacionamiento del edificio, ambos caminaron juntos a la par hasta el coche y él le abrió la puerta del acompañante, pero antes le entregó un pequeño ramo con cintas para que lo llevara también a la hora de casarse.

Apenas salieron del estacionamiento, Autumn le dijo algo a Colin que lo dejó perplejo.

—Me parece que tenemos que tener un par de alianzas. Quien nos va a casar las pedirá, ¿no?

—¿Sí? —Levantó las cejas.

—Sí, bueno, es lo que supongo.

—De acuerdo, entonces iremos primero a comprarlas.

Colin se detuvo en la primera joyería que vio, dejó a la chica en el vehículo y se bajó con la intención de comprar cualquier par de alianzas. Se acordaba del número de ella y entró para pedirle a la vendedora un par de anillos.

—La verdad es que me da igual el diseño, el primer par que me ofrezcas me lo llevo porque los necesito ahora mismo.

—En ese caso, tendrían que ser un poco diferentes.

—Sí, sí, el que sea.

La señora trató de elegir dos anillos casi iguales, aunque no lo consiguió.

—Es lo que te puedo ofrecer.

—Perfecto.

—Si quieres puedo grabarles las fechas y los nombres.

—No, estoy apurado y no puedo esperar mucho tiempo.

—De acuerdo.

Una vez que pagó, se retiró con la bolsita en mano y entró al coche. Encendió el motor de nuevo y continuaron el viaje hacia el tribunal.

🍁

Al llegar e ingresar al establecimiento, tuvieron que esperar unos minutos ya que eran los terceros en casarse.

Cuando les tocó el turno a ellos, entraron y Colin cerró la puerta. La firma de papeles y la ceremonia no duraron mucho tiempo, por lo que, al cabo de quince minutos, salieron del lugar ya casados.

—¿Qué quieres hacer? —le preguntó a Autumn.

—Quisiera descansar, pero si tenemos que hacer otra cosa, está bien.

—Es mejor que descanses, yo tengo que ir a trabajar. 

—Está bien, yo creo que aparte de descansar, aprovecharé para cancelar algunas citas.

—¿Con las clientas? ¿Para maquillaje?

—Sí. Tenía algunas que sí eran verdad.

—¿Tienes que moverte mucho cuando maquillas?

—No tanto, si tengo las cosas a una distancia en la no tengo que inclinarme mucho, no me muevo casi nada.

—Pues entonces no las canceles, diles que vengan al departamento.

Autumn quedó sorprendida.

—No te preocupes, no hace falta hacer tanto lío.

—Insisto, arregla los días y horarios con las clientas que tienes, yo me encargo de lo otro.

—¿De qué te vas a encargar? —le formuló intrigada y mirándolo con atención.

—En el departamento hay un espacio más para que sea un estudio o cualquier otra cosa, podría acondicionarlo para que tú puedas traer a tus clientas.

—Creo que es demasiado que hagas eso.

—¿No quieres trabajar?

—Sí, pero...

—Pero nada, Autumn. Te estoy ofreciendo un lugar para que puedas seguir maquillando, no lo rechaces.

—Perfecto —le sonrió, la observó y luego miró al frente para conducir de regreso al departamento.

Pocos minutos más tarde, entraron al hogar y ella dejó el ramo dentro de un florero con agua que llevó a la habitación con ayuda de Colin. 

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Where stories live. Discover now