Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 7

La expresión en el rostro de Heather cambió rotundamente y se quedó de piedra. Si quería darle su merecido como ella creía, era su oportunidad para darle una cachetada, pero Autumn se percató de la mala intención que tenía la mujer y le pegó una bofetada tan fuerte que esta se tambaleó.

—Te la mereces por ser una arpía y nefasta. Ya te dije varias veces que no me molestes porque si abro la boca, Summer y tú salen mal paradas, si las dos quieren que el matrimonio se lleve a cabo, cerraran el pico y me dejarán tranquila.

—¿Piensas que si te divorcias, Colin te dará algo o te comprará un lugar para que vivas a costillas de él? —cuestionó con sorna sujetándose la mejilla afectada.

—A mí no me importa donde caeré luego del divorcio, eso ya no es un tema de él, solo quiero vivir tranquila, quiero que ustedes me dejen tranquila, no me molesten más, después del año, olvídense de mí porque no me usarán más para sus negocios.

—Tienes un apellido que te pusimos cuando te registramos.

La chica quedó petrificada.

—Están viviendo a costillas mías también, ¿y te das el lujo de decirme eso? ¿Qué quieres que haga? —Frunció el ceño y entrecerró los ojos sin dejar de mirarla a la cara—. ¿Qué me lo borre? Estoy haciendo lo que me pidieron de un principio, casarme con alguien del apellido rival para que vuelvan a tener esa mierda de prestigio de la que siempre hablan tú y Summer.

—Podrías.

—¿Qué cosa? ¿Borrar el apellido? —Alzó las cejas y abriendo más los ojos ante su escueta, pero directa respuesta—. Bueno, si eso estás buscando, no me queda otra cosa que divulgar que soy adoptada y ahí vamos a ver si te conviene o no que siga abriendo la boca.

—No serías capaz porque sabes bien que tú te quedas en la calle también.

—Pues, tú me estás pidiendo hacer una estupidez.

—Que lo haga —contestó con firmeza Colin al escuchar semejantes disparates por parte de Heather—, bórrate el apellido —miró a los ojos con fijeza a Autumn—, no pierdes nada, es un apellido, puedes usar el mío.

—Aquí vemos al caballero de brillante armadura cómo defiende a su indefensa y estúpida doncella —su burla no tenía fin, pero sí la paciencia de Colin que se giró en sus talones para enfrentarla.

—Ya fue suficiente, señora, una lástima que no pueda llamarla como realmente pienso, porque se tendrían que tapar los oídos para no escuchar las barbaridades que tengo atoradas en la garganta —le respondió mordaz—, Autumn se borrará el apellido y usará el mío, pero no crea que luego de eso, seguirá hostigándola usted y su hija. No se preocupe por lo que pasará con ella después del divorcio —la miró con frialdad—, bueno, un contrato prenupcial que está pendiendo de un hilo porque no están haciendo caso a mi advertencia. Su marido parece que tomó mis palabras al pie de la letra, pero usted y su hija, no. —Hizo una pausa y segundos posteriores continuó—, no soy ningún imbécil, así que usted no se crea tan astuta, tengo muchos motivos para que las arruine y esta vez sí es una amenaza.

—Falta una semana para que contraigan matrimonio, así que, todo puede cambiar, puedo pedirle a Anthony que anule el contrato y la boda, y que busque otro hombre para ella, algún hombre que le doble o le triplique la edad, no interesa, lo único que nos interesa es el dinero.

—¿Y usted cree que Anthony tiene el contrato? ¿Y que de verdad falta una semana para casarme con Autumn? —formuló aquellas preguntas entre risas y poniendo en una nebulosa de dudas y confusión a Heather—. Vámonos de aquí, belleza —le expresó con honestidad y la tomó de la mano para alejarse de la mujer. 

Dentro del coche reinó el silencio, pero Autumn suspiró de alivio cuando se sintió resguardada dentro del vehículo y cerca de su marido.