Autumn Allister y Colin Evanson deben casarse para fusionar las empresas de sus familias a pesar de que ambos apellidos son rivales.
Colin cree que Autumn es una niña mimada, pero lo que comenzará a ver dista de ser lo que siempre creyó.
Autumn quie...
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Cuando llegaron al departamento fue Autumn quien quiso preguntarle algo a él con respecto a lo que habían hablado en la casa de sus padres.
—¿Crees que se hayan enojado con lo que hicimos?
—No lo creo, puede que al principio, pero ya no. Entendieron que fue algo necesario realizarlo antes de lo previsto.
—Espero que tengas razón, no quisiera que me odiaran.
—No te odian y no lo harán tampoco, no te preocupes por eso, Autumn.
—¿Y con respecto a lo otro?
—¿Qué cosa? —La miró a los ojos.
—Lo que me pidió tu hermana. ¿Tendrías inconveniente que vaya a tu empresa para maquillar a las modelos para la campaña publicitaria?
—¿Por qué me preguntas a mí si es tu trabajo?
—Porque es tu empresa y no quiero que pienses que estoy metiendo la nariz en donde no me llaman.
—Tranquila, puedes maquillarlas y antes que me pidas permiso de nuevo, no tienes que hacerlo. Es tu trabajo y puedes ir donde te llaman, si April te lo pidió, ve.
—Muchas gracias —admitió muy contenta con una sonrisa en el rostro—, me iré a dormir, buenas noches, Colin.
—Gracias, buenas noches para ti también.
Autumn caminó hacia el dormitorio y él le habló de nuevo.
—¿Te arreglarás mañana sola para ir a la empresa con lo que debes llevar?
—Sí, no te preocupes, cuando tuvimos esa reunión con tus amigos tenía más cosas encima, cuando termine con la clienta prepararé todo e iré.
—De acuerdo, hasta mañana y descansa.
—Gracias e igualmente.
🍁
Varias horas después cuando Autumn atendió a su clienta para una prueba de maquillaje y armó el maletín para irse a la empresa de Colin, él se apareció en el estudio de fotografía para ver cómo marchaba todo, aunque en realidad fue su curiosidad por saber cómo estaba ella.
Cuando él habló detrás de la joven, esta se asustó y se dio media vuelta para mirarlo, sin darse cuenta de que el pincel con líquido negro había manchado la camisa de color rosa claro que llevaba puesta.
—Perdón —se tapó la boca sorprendida—, no pensé que estuvieses atrás mío.
—No te preocupes, me la cambiaré.
—¿Traes ropa aquí?
—No, la empresa confecciona ropa masculina también y tengo algunas camisas y corbatas cuando debo cambiarme ante una reunión de negocios o evento.
—Comprendo. No sabía que creaban ropa de hombre también.
—Pues ya lo sabes.
Autumn no sabía cómo comportarse ante el percance que tuvo de nuevo con él, porque era la segunda vez que le manchaba la camisa ya que la primera vez fue por culpa de otra persona cuando le derramó sobre la camisa el trago que estaba bebiendo.
—¿Está todo bien por aquí?
—Sí —respondió su hermana desde una distancia de cinco pasos—. Ya estamos por terminar. El fotógrafo hace maravillas, pero Autumn hizo un gran trabajo, la piel de las modelos han quedado preciosas en las fotografías.
—Gracias por el cumplido —le sonrió la muchacha al escucharla.
—Perfecto —dijo y clavó los ojos en ella—, cuando termines, sube.
