• Parte 10

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De a poco fueron despojándose de las ropas y desarmaron la cama como dos desesperados, ella se puso boca abajo y él se deleitó con la piel femenina para besarla con lentitud, cuando Colin subió y capturó sus labios de nuevo, la chica se dio la vuelta para quedar debajo de su marido y boca arriba.

—Esto no debería estar pasando —habló él.

—¿Te arrepientes de esto?

—Ni por un segundo —declaró con franqueza y se inclinó para besarla, y con ello fundirse en su interior con lentitud y suavidad.

—Colin —susurró su nombre con algo de incomodidad por sentirlo en su interior.

—Te amo y no voy a dejar que te pongan una mano más encima, ni tu familia y nadie más.

—Me dices que me amas solo porque estás entre mis piernas —se le aguaron los ojos.

—No —negó con la cabeza—, hace minutos atrás en la calle estuve a punto de decírtelo, pero me quedé callado y solo me limité a decirte que me gustabas porque sabía que no ibas a creerme.

—Si todos saben que tenemos un afecto más íntimo, las cosas se pondrán peor.

—Pues que se pongan peor y que todo explote —volvió a hundirse con lentitud y la joven apretó las yemas de sus dedos contra la espalda masculina—. No les vas a tener que deber nada a tu asquerosa familia, en todo caso, tú los tienes comiendo de tu mano.

—No quiero pensar en ellos mientras te siento en mi interior, por favor, no sigas hablando —negó con la cabeza.

—¿Qué quieres, belleza?

—Sentirte, solo sentirte y que esta noche no se termine, desearía eso, desearía que me ames así cada vez que quieras.

Colin la miró a través de la poca luz que se metía en la habitación y volvió a hundirse en su interior para continuar amándola entre silencios, caricias, besos y gemidos de ambos.

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Un par de horas después, cuando el cuarto quedó en silencio por completo, ellos estaban abrazados, Autumn de costado a él mientras mantenía apoyada la mano sobre su pecho y Colin con la cabeza casi reposando contra el respaldo de la cama.

—¿No tienes hambre? —le preguntó bajito.

—Estoy tan bien y cómoda así que no quiero comer algo —susurró.

—Tenemos que comer algo, belleza —pronunció besando su frente sin dejar de abrazarla por los hombros—. Estoy pensando seriamente en mudarnos.

—¿Por lo que pasó esta noche? No creo que se atreva a aparecerse de nuevo, aparte tengo en los próximos días varias clientas y me has hecho ese hermoso estudio que me daría tristeza tener que dejarlo.

—No quiero que te quedes sola, sé que no le abrirás la puerta si ella o tu hermana se aparecen en el departamento, pero no estás segura cuando sales sin nadie que te acompañe.

—Lo sé, pero no puedo esconderme de ellas.

—De ser así, solo se me ocurre una cosa.

—¿Qué cosa se te ocurre? —Levantó la cabeza apoyando la barbilla en su pecho y mirándolo con atención a los ojos.

—Trabajar desde el departamento.

—¿Y April no necesita que estés en la empresa por si surge algo?

—No, April sabe bien todo lo que tiene que hacer y tengo gente de confianza que puede resolver algo que yo les ordene, tengo la mayoría de los papeles importantes en el departamento y en la nube, así que con algunos clics está todo resuelto —le respondió con una sonrisa y poniendo un mechón de su pelo detrás de la oreja.

—¿Eso quiere decir que conviviremos 24 horas, los 7 días a la semana?

—Sí, salvo cuando los dos tengamos que hacer otras cosas fuera del departamento.

—En ese caso, los dos tendríamos que salir de todas maneras e ir cada uno por su lado, quien tenga ese día con algún compromiso que vaya donde debe ir y la otra persona, o la acompaña al mismo lugar o espera en un lugar público.

—Sí, pero luego se verá llegado el momento. No te preocupes ahora por eso —le dio un beso en los labios y volvió a hablarle—. Necesito dormir unas horas y tú más que yo.

—Lo sé, buenas noches.

—Buenas noches, descansa, Autumn.

Colin la arropó mientras la tenía contra su cuerpo desnudo y él se acomodó mejor para dormir abrazado a ella. Pocos minutos pasaron para que ambos quedaran dormidos profundamente.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora