Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 6

Dentro del pent-house, Tania le avisó a April que tenían que irse porque ya era la hora y Autumn se puso más nerviosa que antes.

La muchacha las detuvo antes de que pudieran abrir la puerta.

—Esperen, tengo miedo.

—¿De qué? —cuestionó su suegra.

—No lo sé, ¿y si se aparecen mi madre y mi hermana a arruinar todo?

—No pienses en esas cosas y estoy segura de que no vendrán, ellas no saben nada de la boda —afirmó April—, debes estar tranquila. No se aparecerán y si lo hacen, en el hipotético caso de que den con el lugar por casualidad o lo que fuere, hay seguridad para que las saquen del salón.

—De acuerdo —asintió con la cabeza.

—¿Estás más tranquila? —Se preocupó Tania.

—Sí, gracias —le sonrió y soltó el aire que llevaba contenido para que sus nervios bajaran también.

Ambas mujeres salieron y ella se quedó un rato más con la asistente.

—Está hermosa, señorita Autumn —le expresó con una sonrisa y poniendo parte del velo por delante.

La mujer no tenía por qué saber que ya estaba casada, por lo que la joven no le corrigió aquel título.

—Te lo agradezco, Sarah —le sonrió también.

Las dos salieron del cuarto y se metieron en el ascensor donde las dejaría en el piso correspondiente.

En la entrada de la sala, donde ella se ubicó frente a la doble puerta para entrar sola mientras la asistente le acomodaba la cola del vestido y el velo, se puso a su lado Anthony y se miraron sin decirse algo. El rostro de la chica estaba confundido y sus nervios le jugaron una mala pasada cuando le preguntó por las otras dos.

—No, no han venido, tampoco saben que yo vine.

—Colin te dio la invitación, ¿verdad?

—Sí y vine a entregarte al novio.

—¿Por qué? Después de que me fuera de la casa, nunca más me enviaste un mensaje o me llamaste.

—¿Acaso lo querías?

—No sé, pero tampoco lo intentaste.

—Tú también pudiste llamarme.

—¿Para qué? —Unió las cejas estando bastante confundida ante su comentario—. Las veces que te pedía o te preguntaba algo, era para que me levantaras la voz o me ignoraras —no quiso hablar más, pero tuvo que hacerlo—, siempre te preocupaste por lo que te decían mi madre y Summer, pero nunca por mí. No sé cuál fue mi error para ser tratada tan mal en esa casa, no tuve la culpa de aparecer en la entrada de la casa y que ustedes me acogieran como una más y dándome tu apellido —se le aguaron los ojos y la asistente le preguntó si estaba lista—. Todavía no. Diles que esperen cinco minutos más, por favor.

—De acuerdo —asintió con la cabeza y regresó al interior de la sala por la puerta del costado.

—Aceptaré que me entregues al novio, pero aún tengo mis dudas con respecto al trato que debemos tener porque no tengo la confianza tuya como para comportarme como si no hubiera pasado nada entre nosotros.

—Lo entiendo perfectamente —asintió con la cabeza con lentitud.

—Te han manipulado tanto durante tantos años que ya ni siquiera te conozco, prácticamente no sé quién eres.

—Lo comprendo, solo quiero entregarte al novio e intentar tener una relación, aunque sea lenta, contigo entre padre e hija —le expresó, pero la joven no le respondió y él le habló de nuevo—. No quiero que te quites el apellido, es el apellido por el cuál te conocen también, así que, no quiero que te lo saques.

Autumn no abrió la boca, tan solo le asintió con la cabeza, puesto que sabía bien que Colin había sido el que le comentó sobre aquel asunto.

A pedido de la novia, se abrieron las puertas porque estaba lista y a la una y veinte de la tarde estaba entrando a la sala y caminaba del brazo de su padre hacia el altar donde la esperaba Colin. Un par de minutos después, se estaban casando por iglesia.