Autumn Allister y Colin Evanson deben casarse para fusionar las empresas de sus familias a pesar de que ambos apellidos son rivales.
Colin cree que Autumn es una niña mimada, pero lo que comenzará a ver dista de ser lo que siempre creyó.
Autumn quie...
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Autumn se presentó en el lugar donde la había citado Colin, era un restaurante, se había extrañado un poco, pero tampoco se ilusionó al pensar que iba a invitarla a almorzar porque el día anterior supo que no le había hecho ninguna gracia al verla en su empresa.
Entró al lugar y preguntó al encargado por el señor Evanson quien le dijo que la estaba esperando. Con amabilidad la llevó hacia la mesa y ella le dio las gracias.
—Hola, buenos días —se mantuvo de pie.
—Buen día. Tu anillo —le dijo acercándole hacia ella la bolsa—. Espero que haya dado bien con el número que me diste por mensaje y que sea de tu agrado. Aunque si no lo fuese, con ese te quedarás igual.
—Oye, sé que ninguno de los dos está de acuerdo con esto, pero no seas así conmigo, yo no estoy siendo ni soberbia y ni grosera contigo.
—¿Y por qué no lo eres? ¿O eres tan manipulable que haces todo lo que te diga tu papi? A mí no me gustan las niñas mimadas.
—Tengo veinticuatro años, ¿te parece que lo soy? Y no me nace ser de esa forma contigo.
—Mira, no sé lo que pretenderás con este matrimonio, pero te aclaro que esto es solo negocios, ¿sabes lo de las cláusulas? A mí esto en lo personal no me beneficia en nada.
—¿Y entonces por qué lo haces? —contestó con seriedad.
—¿Tus padres saben que te reunías conmigo?
—No. No saben lo de ayer y tampoco lo de ahora.
—Bien, porque lo quiero mantener en secreto —expresó y luego fue a lo que le concernía—. Lo hago porque la empresa podría tener más beneficios y producción. Ya sabes que The Privilege encabeza la lista de empresas que tiene prendas de moda y decoración. La de tu familia es la quinta. Solo lo hago por negocios y nada más. Fusión de empresas, ¿te suena? —respondió con arrogancia en su voz.
—Sí, me suena.
—Por lo tanto, tenemos que firmar un contrato prenupcial, allí hay dos cláusulas. Supongo que estás al tanto de eso.
Autumn negó con la cabeza.
—¿Cuáles son esas cláusulas?
—Divorcio y acciones.
La chica sabía que sus padres no la querían del todo, pero tampoco se hubiera imaginado que al punto de terminar aceptando un divorcio y sin saber qué más iba a suceder luego de aquello.
