Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 2

Autumn quedó decepcionada por las cosas que dijo Colin sobre la situación en la que estaba su familia porque sintió que se las estaba diciendo a ella también.

—Ya podemos volver.

—Creo que debo irme —le dijo mirando la pantalla del móvil—. Estoy hace más de una hora aquí y se suponía que me quedaría solo una hora.

—De acuerdo.

—Tengo que saludar a tu hermana.

—No te preocupes, ella lo entenderá.

—Está bien, en ese caso, pediré un taxi en la conserjería.

—Yo te llevo.

—No hace falta, tú tienes que volver a la fiesta.

—Insisto, me quedaré más tranquilo si yo te llevo hasta tu casa.

—Como quieras entonces —asintió con la cabeza.

🍁

Dentro del coche y habiendo frenado en un semáforo en rojo, la joven tomó valor y decidió preguntarle lo que quería saber de él sobre ella.

—Me gustaría que fueses sincero conmigo con lo que te preguntaré.

—¿Qué me quieres preguntar?

—¿Me odias? Te lo pregunto porque esa es la sensación que tengo cuando nos vemos.

—¿Por qué debería de odiarte?

—Porque te vas a casar con la hija del enemigo de tu padre, con alguien que te impusieron y no porque esa persona te gustara.

—¿No crees que tú deberías pensar lo mismo de mí?

—Yo no te odio, no sé sobre los negocios de mi padre y qué hizo, rara vez habla de cosas del trabajo frente a mí, así que no podría odiar a alguien por tener un apellido que para mi padre es sinónimo de enemigo.

Colin se mantuvo callado, solamente la escuchaba con atención.

—Tampoco me gustaría que me consideraras una mala persona, no soy manipuladora y aprovechada.

—No serías millonaria si fueses aprovechada y manipuladora.

—Tienes un mal concepto de las mujeres en general. Lo aprovechada y manipuladora no se mide por la clase social. Una persona es así porque es así, nació así o la vida la llevó a serlo, pasa también con los hombres.

Evanson quedó pensativo y le dio un punto a su favor porque tenía toda la razón. El sonido del móvil dentro de la cartera cortó la conversación que estaban teniendo, ella esta vez lo atendió y su padre comenzó a decirle una sarta de palabras malsonantes y gritos furiosos. Colin escuchó las barbaridades que le decía también.

—¿Te puedes calmar un poco? Estoy regresando a casa —intentó tranquilizar la situación y para que el hombre que tenía al lado no escuchara el griterío de su progenitor.

—¡A mí no me vas a responder así, estúpida! Más vale que dentro de diez minutos estés aquí porque de lo contrario te encerraré en tu dormitorio hasta el día de la boda —su voz iba en aumento.

—Llegaré pronto —fue lo único que atinó a responderle.

Colin quedó petrificado en la manera en cómo ella se había puesto al cortar la llamada, el silencio reinó en el vehículo y Autumn quedó como una sumisa.