28. Extraño

3 0 0
                                    

Keilan apoyó su cabeza en el hueco de mi hombro, encorvándose para ajustarse a mi altura. La diferencia entre nosotros era bastante notable, y su gesto me tomó por sorpresa. Era un cambio abrupto después del beso intenso, una muestra de cercanía que me dejó desconcertado. La calidez de su cuerpo se mezclaba con el frío de la noche, y sentí un escalofrío que recorrió mi columna, aunque no podía decir si era por la temperatura o por la intimidad del momento. De repente, soltó una risita suave, como si recordara algo gracioso, como si todo lo que acababa de suceder tuviera un matiz de humor. El sonido era ligero, pero también tenía un tono de complicidad que me hizo reír con él, aunque no supiera exactamente por qué. La risa, aunque breve, era como un alivio después de toda la intensidad del beso. Era una pequeña burbuja de alegría en medio de la seriedad y la pasión. Mi risa fue nerviosa, como si intentara descifrar qué estaba pasando. Keilan seguía con la cabeza apoyada en mi hombro, y su cuerpo se relajaba contra el mío. Sentí la presión de su chaqueta de cuero y el suave susurro de su respiración en mi cuello. Era extraño, pero también reconfortante. Parecía que todo lo que había pasado en la pista de baile, todo el deseo y la tensión, se había condensado en ese momento de calma compartida.

- Eso fue... interesante. - Dijo Keilan, sin moverse, su voz apenas audible por encima del ruido lejano de la fiesta.

Asentí, riendo con él, aunque todavía me sentía nervioso por la cercanía. No sabía qué significaba ese gesto, pero el hecho de que Keilan se permitiera esa familiaridad conmigo, después de todo lo que había pasado, era algo que no quería interrumpir. Quería disfrutar de esa conexión, aunque no supiera hacia dónde nos llevaría. La risa de él fue suave, pero era como una brisa fresca que aligeraba el aire entre nosotros. No necesitábamos palabras para entendernos; solo su gesto y su risa bastaban para crear una complicidad que no había sentido antes. Me di cuenta de que, aunque el beso había sido apasionado y lleno de deseo, este momento de risa compartida tenía su propio tipo de intimidad. Mientras reíamos juntos, sentí que la presión en mi pecho disminuía, como si la risa tuviera el poder de aliviar parte de la tensión que había estado acumulando. La diferencia de altura entre nosotros hacía que la posición fuera un poco incómoda, pero la cercanía era suficiente para hacer que todo lo demás se desvaneciera. Keilan se enderezó un poco, pero su mirada seguía siendo cálida, como si la risa hubiera relajado algo dentro de él. Me miró con esa chispa en los ojos, como si estuviera disfrutando del momento tanto como yo.

- No sé qué estás haciendo conmigo... - dijo, con una sonrisa, pero sus ojos seguían siendo intensos - pero creo que me gusta.

Mi risa se volvió más fuerte, aunque todavía era nerviosa. El hecho de que Keilan pudiera bromear sobre lo que había pasado me hacía sentir un poco más seguro, como si el mundo no fuera tan complicado después de todo. Aunque todavía había muchas preguntas sin respuesta, el hecho de poder reír juntos era suficiente para hacer que la noche pareciera un poco más clara.

Keilan se enderezó y me miró con una leve sonrisa en los labios, la chispa de su mirada era como una luz en la oscuridad. Soltó un pequeño suspiro y lanzó su cigarrillo al suelo, aplastándolo con la bota. Luego me miró con esa expresión tranquila pero inquisitiva que siempre parecía hacerme sentir como si estuviera bajo un escrutinio.

- Deberíamos volver a la fiesta... - dijo, levantando la vista hacia la casa - seguro que nos extrañan. Y el chico que te besó antes... ¿Es tu novio?

La pregunta me tomó por sorpresa. No esperaba que mencionara a Marcos, y mucho menos que sugiriera que había algo entre nosotros. El beso había sido repentino, pero su significado era diferente para mí y para Keilan, y la idea de que pudiera pensar que Marcos y yo éramos pareja me dejó sin palabras por un momento.

- No, no es mi novio - respondí, tratando de sonar casual, aunque mi corazón latía con fuerza - solo fue... no sé, un momento extraño.

Keilan pareció considerar mi respuesta, su expresión aún relajada pero con un toque de curiosidad. El hecho de que hubiera notado el beso y que me preguntara al respecto era algo que me hacía sentir una mezcla de alivio y ansiedad. Alivio porque parecía estar interesado en mi respuesta, y ansiedad porque no sabía qué significaría para nosotros.

- Ya veo... - dijo, asintiendo lentamente - bueno, pareció que él te quería bastante cerca.

Su comentario tenía un tono de ligera broma, pero la seriedad en sus ojos me hizo pensar que no era solo una observación inocente. Keilan tenía esa habilidad de decir algo aparentemente trivial pero que tenía capas más profundas de significado. No sabía si estaba molesto, celoso o simplemente curioso, pero el hecho de que estuviera dispuesto a volver a la fiesta conmigo era algo que no quería dejar pasar.

- Sí, bueno, fue inesperado. - Respondí, encogiéndome de hombros - Pero no, no es mi novio.

Keilan sonrió ligeramente, como si estuviera satisfecho con mi respuesta. La tensión entre nosotros disminuyó un poco, pero todavía había algo en el aire, algo que me hacía sentir que esta noche era solo el comienzo de algo más grande.

- Vamos, volvamos a la fiesta... - dijo, haciendo un gesto con la cabeza hacia la casa - no queremos que piensen que nos escapamos juntos.

La forma en que lo dijo, con una ligera sonrisa y un tono que sugería algo más, me hizo reír. Aunque el caos de la fiesta todavía era un desafío para mí, la idea de regresar con Keilan me hacía sentir más seguro. Había algo en su presencia que hacía que todo lo demás pareciera menos intimidante, como si mientras estuviera a su lado, el resto del mundo pudiera esperar.

Nos dirigimos de nuevo hacia la fiesta, y a medida que nos acercábamos, el ruido y la energía de la multitud volvieron a rodearnos. Pero la conexión que había sentido con Keilan durante el beso y la caminata todavía estaba ahí, y su pregunta sobre Marcos me hizo darme cuenta de que tal vez había más por descubrir entre nosotros. No sabía qué significaría todo esto para el futuro, pero estaba dispuesto a descubrirlo.

YoursWhere stories live. Discover now