50. Coacción

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Marcos levantó la foto con una sonrisa que me hizo sentir un frío en el estómago. Era una amenaza implícita, una manera de decirme que tenía algo que podía usar en mi contra. Me di cuenta de que, para él, no era solo un juego; tenía un motivo personal detrás de su comportamiento. Y eso me hizo sentir aún más incómodo.

- Borraré la foto si aceptas ir a una cita conmigo, - dijo Marcos, su tono burlón pero serio - ¿Qué dices, Logan? Solo una cita, y esta imagen desaparece.

Me quedé en silencio, tratando de entender sus intenciones. Marcos siempre había sido un poco impredecible, pero esta petición era algo más. No solo estaba utilizando la foto para chantajearme, sino que también revelaba algo que nunca había visto en él: un interés personal, un deseo de tener algo que no podía conseguir por medios convencionales.

Evan frunció el ceño y se interpuso entre Marcos y yo, su actitud protectora era evidente. Sabía que Marcos estaba cruzando la línea y no quería que me viera atrapado en algo desagradable.

- Marcos, eso no es justo. - dijo Evan, su voz firme - No puedes obligar a alguien a hacer algo así solo porque tienes una foto. Bórrala, o tendrás problemas serios.

Marcos soltó una risa suave, pero no se echó atrás. Parecía disfrutar de la confrontación, como si el poder que tenía sobre mí le diera cierta satisfacción.

- Solo es una cita, Evan. - dijo Marcos, encogiéndose de hombros - No es gran cosa. Logan puede decidir por sí mismo, ¿No? Además, si no quiere, supongo que esta foto se volverá bastante popular.

Evan miró hacia mí, sus ojos llenos de preocupación. Sabía que no quería verme obligado a hacer algo que no quería, pero también entendía el peligro que representaba la amenaza de Marcos. Si la foto se hacía pública, la reputación de Keilan y la mía podría verse seriamente dañada, y eso era algo que no quería arriesgar.

Me sentí atrapado entre dos fuerzas opuestas. Por un lado, la amenaza de la foto me hacía sentir obligado a ceder a la petición de Marcos. Por otro lado, la idea de salir con alguien que estaba utilizando el chantaje para conseguir lo que quería me hacía sentir repulsión.

- Marcos, esto no es justo. - dije, mi voz temblaba un poco por el nerviosismo - No puedes obligar a alguien a salir contigo de esa manera. Es... es cruel.

Marcos no pareció inmutarse, pero su mirada se volvió un poco más intensa.

- Mira, solo es una cita - dijo, manteniendo su actitud despreocupada - No tiene por qué ser algo grande. Pero tú decides. Yo solo quiero pasar tiempo contigo, y esta es mi manera de asegurarme de que lo hagamos.

Evan miró a Marcos con enojo, pero sabía que no podía hacer mucho si Marcos no cedía. Me volví hacia Evan, buscando consejo, pero sabía que la decisión final era mía. Sentía el peso de la amenaza y el peligro de la foto, pero también sabía que no quería ser forzado a hacer algo que no quería.

Tenía que tomar una decisión, y cada opción parecía tener consecuencias que no estaba listo para enfrentar. Después de hacer su propuesta, Marcos se fue, dejándonos a Evan y a mí en el comedor, en silencio. El ambiente era tenso, y el eco de la amenaza de Marcos resonaba en mi mente. Sabía que no era una petición amable ni una invitación inocente; era un chantaje, y me tenía atrapado entre dos mundos. Mis manos temblaban, y mi corazón latía rápido, como si estuviera a punto de saltar de mi pecho.

Evan me miró, su rostro reflejaba preocupación y enojo a partes iguales. No podía creer que Marcos hubiera llegado tan lejos, pero su prioridad era calmarme y ayudarme a encontrar una solución. Se acercó lentamente, levantando las manos como para decirme que todo estaría bien, aunque sabía que la situación era cualquier cosa menos sencilla.

- Logan, tranquilo. - dijo Evan, su tono suave pero firme - No te preocupes, vamos a resolver esto. No puedes dejar que Marcos te manipule de esta manera. Esto es una locura.

Respiré profundamente, intentando calmar mi mente. El miedo de lo que podría suceder si la foto se hacía pública me aterrorizaba. No solo por mí, sino también por Keilan. Sabía que nuestra relación era algo delicado, algo que todavía estábamos explorando, y la idea de que la escuela entera tuviera una imagen de nosotros besándonos podría desatar más rumores y poner a ambos en una posición incómoda.

Evan puso una mano en mi hombro, como para darme apoyo. Sentir el contacto fue reconfortante, pero el miedo todavía estaba ahí, como un peso en mi pecho.

- ¿Qué voy a hacer, Evan? - Pregunté, mi voz apenas un susurro - Si no hago lo que quiere, podría arruinar todo. Y si lo hago, entonces... no sé. No quiero ser forzado a hacer algo así.

Evan asintió, entendiendo mi dilema. Parecía tan preocupado como yo, pero también sabía que tenía que ayudarme a encontrar una solución.

- No tienes que hacer nada que no quieras hacer. - dijo Evan, su tono serio - Marcos está jugando sucio, pero no puedes dejar que te controle. Vamos a encontrar una manera de manejar esto, pero no puedes dejar que te manipule con amenazas. Esto no está bien, Logan.

Evan tenía razón, pero el miedo todavía me dominaba. No quería arriesgar mi relación con Keilan ni poner en peligro lo que teníamos. Pero tampoco quería ceder al chantaje de Marcos, porque eso solo le daría más poder sobre mí. Era un dilema complicado, y cada opción parecía tener sus propios riesgos.

Evan me miró a los ojos, buscando una manera de hacerme sentir más seguro.

- Vamos a hablar con alguien. - dijo, su tono decidido - El consejero de la escuela, o incluso un profesor de confianza. Esto es acoso, Logan, y no tienes que enfrentarlo solo. Yo estaré a tu lado, pero tienes que dejarme ayudarte. No podemos dejar que Marcos te haga esto.

- ¿Y qué harán? Los maestros jamás ayudan con situaciones como estas, estoy perdido, tengo que ir a esa cita.

YoursWhere stories live. Discover now