16.✞

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Gracias a Dios, mis papás no me interrogaron cuando les dije que iba a ir a casa de Giovanni porque su hermanita había cumplido años. Les dije que era una fiesta de disfraces y que no íbamos a irnos al infierno por disfrazarnos, como ellos suponían. Al parecer, quedaron satisfechos con mi respuesta, pues hasta mi mamá me ayudó a disfrazarme más como Hiedra Venenosa. Estaba emocionada, pero a la vez me sentía mal por haberles mentido.

Mi mamá y yo, vimos aproximadamente treinta tutoriales en YouTube de como hacer el maquillaje de Hiedra.  Me pinté los labios rojos, intentamos mi mamá y yo hacer esas hojas que Hiedra tiene en los ojos hasta las sienes...gracias a Dios nos salieron bien después del quinto intento. También me puso unas pestañas postizas casi de payaso y me pintó los párpados de color verde. La brillantina que me puse al rededor de la cara, me hacía ver mucho más sensual, justamente como Hiedra. Mi mamá arregló un poco la peluca, poniéndole en la parte de atrás unas cuantas hojas de plástico.

El vestido que yo llevaba, no se apegaba a la realidad de Hiedra, pero un toque diferente lo haría más especial (eso me dijo mi mamá). Mi mamá lo arregló esparciendo las hojas de plástico sobre el escote y algunas más por la cintura, abdomen y más abajo del abdomen. Al principio, mi papá casi se infarta cuando vio el vestido, pero después de calmarlo diciendo que solamente Giovanni y su familia me verían, aceptó.

Me puse el vestido y...madre de Jesús, era mucho más pequeño y apretado que cuando me lo había probado en la tienda de Dayana (tal vez fue por el hecho de que me lo había probado con ropa). Se me veía más escotado y un poco más pequeño...pero me gustó. Me puse la peluca rojiza y con el maquillaje que llevaba, parecía Hiedra Venenosa versión hija de Dios. Me puse los altísimos tacones y toda mi santidad se desapareció. A la primera, casi me mato. Pero después de seguir intentando, por fin pude dominarlos y pude caminar bien (bueno, más o menos).

También, me puse un conjunto de lencería blanca que mi tía me había regalado. Me la había puesto porque era la única ropa interior que no estaba rota o sucia. El sostén era raro, pues solo me cubría la mitad del pecho y los tirantes no iban por encima de los hombros, se abrochaban por detrás de la espalda. Parecía que no llevaba sostén y eso me espantó.

-Ya llegó Giovanni.- Gritó mi padre desde el piso de abajo.

Mi mamá aplaudió emocionada. Antes de bajar, agarré mi bolsa y sin pensarlo, metí la peluca de Rajab y unas cuantos productos de maquillaje. Lo había hecho porque si en la fiesta me sentía incómoda, simplemente cambiaría mi identidad a Rajab y ya no me importaría nada.

Mi mamá me ayudó a bajar las escaleras sin matarme y una vez abajo, mi padre y mi hermano se quedaron atónitos.

-Bueno, llego como a las 12:00, ¿está bien?- Pregunté temiendo de la respuesta.

-¿Por qué tan tarde?- Preguntó mi papá frunciendo el ceño.

Rayos...no me había puesto a pensar en una excusa para llegar tarde.

-Porque...bueno, las fiestas en casa de Giovanni son muuuy largas. Pero me aseguraré de que Gio me traiga no tan noche.- Sonreí casi implorándole con la sonrisa. Él se lo pensó serio y después acertó. Dejé escapar todo el aire que estaba conteniendo.

-Muchas gracias, papi.- Le di un abrazo tanto de agradecimiento como de despedida.

-Cuidado con que nadie te ponga mano, ¿escuchaste?- Preguntó mi papá.

-Por supuesto. Dios me cuidará y Giovanni también; no te apures.- Sonreí y las comisuras de mi papá apenas y se habían levantado una nada.

Después de despedirme de mi hermano y mi mamá, salí. Giovanni estaba viendo su celular, recargado en la puerta del acompañante de su carro y estaba disfrazado de El Zorro. Llevaba un antifaz negro, un sombrero negro, una capa negra, botas negras, una camisa negra junto con unos pantalones negros. Lo que más me gustó de su disfraz, fue su espada cargada a lado de su cintura.

Erotismo VirgenTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang