25.✞

9.8K 554 41
                                    

Nerviosa era una palabra que quedaba corta para lo que en realidad estaba. Me sentía aterrada y asustada. Isaí y yo nos habíamos puesto de acuerdo pues venir a mi casa porque iba a ir a un partido de fútbol o basquet con mi hermano...no recuerdo. El punto es que él iba a venir a mi casa y ahí hablaríamos de la técnica del Pole Dance, consejos y algunos tips para principiantes. En cualquier momento llegaría a mi casa y yo estaba que me comía los dedos después de las uñas.

TOC TOC...- Sonó la puerta y sentí como el corazón se me detuvo. Justo a las 5:00 en punto llegó Isaí. Totalmente puntual.

Bajé rapidísimo las escaleras y abrí la puerta. Isaí estaba con una sonrisa de oreja a oreja que obviamente, me derritió. Llevaba una camisa con los primeros tres botones desabotonados, dejando a la vista su espectacular pecho. Unos pantalones que se le ceñían a sus impresionantes piernas y unos tenis bastante elegantes y casuales. No llevaba su típico chongo masculino; más bien, llevaba su cabello peinado naturalmente hacia un lado, dándole un toque mucho más elegante.

-Dios, eres bastante puntual- Dije respirando agitada por haber bajado las escaleras a velocidad flash.

-No es que sea rápido...estaba aquí afuera desde hace quince minutos pero no toqué para no molestarte- Sonrió como en forma de disculpa.

-Eres un lindo- Le sonreí y vi como su respiración comenzó agitarse mientras sonreía con alucinación.

-Oh y esto es para mí alumna favorita- Isaí me enseñó su mano que estaba escondida atrás de su espalda y sacó un ramo de flores preciosas. Tenía aproximadamente unas 20 rosas y eran de un rojo intenso precioso. 

-¡Que preciosooooo!- Chillé ante el maravilloso detalle. A  Isaí se le iluminaron los ojos y vi como intentó abrazarme, pero se limitó a sonreírme con pena.

Lo invité a pasar y vi como estaba totalmente nervioso cuando entró. Mi hermano lo saludó con una chocada de manos, mi mamá lo saludó con un beso de cachete a cachete y mi papá con una amable sonrisa mientras estaba sentado en el sofá viendo televisión.

-Ven, vamos a mi cuarto- Le dije mientras me dirigía a las escaleras.

-¿Segura? No quiero que...ya sabes...alguien piense mal de mí- Dijo torciendo los labios y mirando en dirección hacia mis papás. Sonreí con cariño para calmarlo.

-No pasa nada, vamos- Lo volví a invitar y esa vez, aceptó con una tímida sonrisa.

Llegamos a mi cuarto y él se acostó en mi cama. Puso sus brazos sobre su cabeza y cruzó los pies como si estuviera en su cuarto. Yo me tiré boca abajo sobre el gigante oso que Isaí me había regalado. Era tan suave y cómodo...pero lo que más me gustaba era que me recordaba a Isaí.

-Veo que no has maltratado a tu oso. Me alegro demasiado- Sonrió como aliviado. 

-No lo puedo maltratar, es bastante hermoso- Le di un beso en la boquita del oso y vi como los ojos de Isaí se volvieron a iluminar y una sonrisa penosa salió de sus labios.

-Bueno...¿quieres que te cuente acerca del Pole Dance?- Preguntó dudoso y con casi susurrando- No creo que podamos hablar muy fuerte de esto ya que si tus padres nos escuchan...creo que me echarán de la casa.

-No, no hablaremos de eso- Se sorprendió ante mi respuesta- Antes, quiero que me cuentes lo que me has querido contar desde hace tiempo- Que curioso ¿no? Hace un tiempo lo evitaba a toda costa y ahora le estaba casi rogando que me lo contara.

-Sara...- Musitó Isaí totalmente sorprendido y se incorporó en la cama. Cruzó las piernas y me miró con detenimiento en busca de alguna mueca de broma o algo parecido...al ver que no lo decía de broma se comenzó a alegrar pero a la vez, entristecer- ¿Estás segura?

Erotismo VirgenМесто, где живут истории. Откройте их для себя