41.✞

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Los días siguientes transcurrieron bastante normales. Isaí y yo no hablábamos en la escuela porque Melody no se le despegaba para nada como si fuera un tatuaje. Isaí siempre que podía, me visitaba a mi casa ya sea por algunas horas o inclusive, minutos. Realmente teníamos una relación secreta y eso, no me gustaba para nada, pues sabía que nuestro secreto saldría a la luz...pero debía admitir que me encantaba compartir momentos con Isaí.

El viernes en el comedor de la escuela, Isaí estaba sentado con sus amigos y Melody en una mesa en frente de mí. Yo me senté sola y vi como Isaí me miró con tristeza ante mi soledad. Pero no era algo que me disgustara, más bien, me gustaba demasiado la soledad. Agarré mi sándwich de pollo y justo cuando le di una mordida, una mano tocó mi hombro, haciendo que me estremeciera.

-Hola, ¿Puedo sentarme?- Su voz era totalmente reconocible: Isaías. Volteé a verlo y le regalé una sonrisa amable.

-Por supuesto- Sonreí. Algo me quemaba en mi cuello internamente. Volteé y vi que Isaí me había prendido fuego con su mirada.

Le sonreí para calmarlo y empezó a decirme algo moviendo los labios sin decir ninguna palabra. Por la distancia en la que estábamos, era imposible leer sus labios. Apenas y podía ver gracias a los lentes de contacto. Pero por su ceño fruncido y por las venas que se le marcaban en el cuello, sabía que no me estaba dando bendiciones.

-Creo que no le gusta que me acerque a ti- Dijo Isaías a mi lado.

-No es eso- Mentí.

-¿No viste como me fusiló con la mirada? Jesús.

Me eché a reír y eso enojó mucho más a Isaí. Sacó su celular de su bolso trasero de su ajustado short y comenzó a textear algo.

-Lee el mensaje que te envié- Dijo moviendo los labios nuevamente. Eso si pude descifrarlo, pues casi lo dijo gritando en susurros.

-Mi celular está súper chafa. No recibe mensajes- Le contesté igualmente como él.

Puso los ojos en blanco, le dijo algo a Melody y ambos se levantaron y se fueron del comedor. Los celos combinados con la tristeza, me dieron una sensación muy parecida a un balazo en el corazón. Mordí de nuevo mi sándwich pero mi apetito ya se había esfumado.

-¿Y cómo te va?- Preguntó Isaías comiendo una hamburguesa que de seguro, compró en otra parte, pues se veía demasiado comestible para ser del campus.

-Pues...bastante bien, ¿a ti?- Pregunté con la boca llena. Vaya que me faltaban modales.

-Súper- Sonrió- Estoy muy contento de poder verte. De hecho, mi familia se alegró tanto cuando supieron que volví a contactarte- Su sonrisa se intensificó.

Realmente no le puse mucha atención. Estaba pensando en Melody e Isaí, solos, ambos igual de calenturientos y ambos estrellas porno...

-¿Me escuchaste?- Me sacó de mis horrendos pensamientos.

-Si. Me alegro yo también de volver a tener contacto contigo- Sonreí un tanto forzada.

Seguimos platicando acerca de cosas al azar. Me contó que él y Dayana han estado empezando a salir y que de hecho, iban a ir a una fiesta. Isaías me invitó de parte de Dayana, pero lo último que quería, era asistir a otra fiesta. Después de comer, Isaías me acompañó a mi salón.

-Nos vemos al rato- Sonrió.

-Si Dios quiere- Le devolví la sonrisa y me metí al salón aun pensando en Isaí y su extraña huida con Melody.

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Las clases fueron un calvario. Después de horas y horas hablando de filosofía inservible, por fin fui libre. Rápidamente salí del salón y lo primero que vi, fue a Isaí sentado y apoyado en la pared de enfrente del salón. Sonrió al verme y se levantó de un salto.

Erotismo VirgenWhere stories live. Discover now