36.✞

7.7K 417 43
                                    

-Sarita...No puedo creer que te vuelva a ver- Dijo Isaías con una sonrisa que me recordó bastantes cosas de mi pasado.

-Isaías...- Musité. 

-¿Qué carajos acabas de decir?- Me preguntó Isaí a mis espaldas un tanto defensor.

-No puedo creer que nos volvamos a encontrar- Isaías me tocó mi desnudo hombro, haciendo que se me erizara la piel de forma grotesca.

-¡Aléjate de ella!- Gruñó Isaí- ¿Quieres que lo mate?- Preguntó Isaí susurrándome al oído.

-Sarita...necesito hablar contigo, por favor- Imploró Isaías.

-¡Matente alejado de ella por lo menos a cinco metros o te clavaré mis dedos en el cuello, te lo juro por Dios!- Amenazó Isaí. 

No sabía que hacer. Por una parte, estaba el chico que intentó violarme en el pasado y por otra, estaba el chico que me había enamorado y solamente me había usado como una maldita apuesta para ver quien me pervertía. Gracias a Dios, ni Kian ni Giovanni, sabían que estaba pasando y solamente se quedaron ahí, parados sin decir nada.

-¡¡Que te alejes de ella!!- Ladró Isaí y se posicionó en frente de mí, para enfrentarse a Isaías.

-¡Basta Isaí!- Grité. Empujé a Isaí para que me dejara ver a Isaías- Tú y yo vamos a hablar.

-¡Estúpendo!

-¡¡Eso jamás!! Sara, no seas tonta- Bramó Isaí. Era obvio que era un perfecto actor, pues hasta lágrimas falsas se le estaban acumulando en los ojos.

-Sería una tonta si me quedara contigo- Disparé y solamente Isaí dejó escapar todo el aire de su estómago. 

Incapaz de seguir viéndolo, agarré a Isaías del antebrazo y comencé a caminar arrastrándolo conmigo. Él estaba sonriendo, probablemente porque estaba feliz de que le haya dado una segunda oportunidad...o más bien, porque caí en su juego de nuevo.

-¿Es tu novio?- Preguntó calmado.

-No. Para nada. Es solo un amigo de mi hermano- Me dolió haber dicho eso, pero al final de cuentas, fue verdad- Pero bueno, basta de hablar de mí. ¿Cómo rayos me encontraste?

-Oye...No quiero sonar majadero pero quiero que sepas que fue una casualidad que te haya encontrado. No te he estado buscando y eso, porque sé que no merezco que me perdones por lo que...bueno, por lo que hice- Se sonrojó- Pero he cambiado, Sarita. Ya dejé de hacer todo lo que normalmente hacía. Ya no soy un obsesivo por el sexo.

No sabía si creerle o no. Su voz y su desesperación por hacerme creer que había cambiado, logró tocarme un poco el corazón.

-Está bien...me alegro demasiado por ti- Sonreí sin fuerza.

-No me crees- Suspiró derrotado.

-No, Isaías. Claro que te creo. Nada más que tienes que comprender que bueno...tengo que aclarar mi mente. Me pasaron tantas cosas feas- Gruñí en mi interior al recordar lo que Isaí y su tonto grupo de amigos había hecho.

-¿Te apetece contármelo?- Preguntó alzando una ceja. Rayos. Todo mundo podía a excpeción de mí.

-Si te lo cuento, terminaré gritando y golpeando cosas como loca. Mejor será que me calme un poco. ¿Está bien?- Pregunté con un tono enojado.

-Si, claro que si. Es más, ¿te parece si salimos o algo?- Preguntó con una sonrisa indescifrable.

-No- Dije seca. Al ver su cara de tristeza, suspiré- Bueno, si. Salgamos...pero más al rato porque ahorita estoy muy enojada.

Erotismo VirgenWhere stories live. Discover now