50.✞

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Martes.

Después de todo, Melody se empezó a comportar mucho mejor de lo que creí. Pensaba que tenía un plan entre manos, pero realmente parecía tocada por el espíritu santo. Isaí ya se había enterado de nuestra...¿amistad? Y al parecer, no le agradó mucho la idea, pues casi me imploró de rodillas que me alejara de ella. Pero no podía dejarla en la soledad. Ella necesitaba ayuda de Dios, así que haría todo lo que estuviese en mis manos para poder ayudarla. Isaí me apoyó con mi decisión, pero aun no estaba del todo convencido.

-Entonces, ¿crees que pueda asistir a tú iglesia? Necesito de verdad comunicarme con Dios- Aseguró Melody mientras caminábamos por el pasillo de la escuela en dirección al comedor. 

Ya no usaba sus típicas faldas escotadas y cortas hasta la mitad del glúteo. Más bien, usaba pantalones no tan ceñidos, camisetas de manga larga, camisetas no muy escotadas y vestidos largos. Dejó los tacones a un lado y comenzó a usar zapatillas, flats y tenis. Dejó de pintarse como payaso y comenzó a ponerse maquillaje ligero. En fin, esa chica estaba cambiando totalmente a una que era totalmente opuesta a su antiguo ser.

-Claro que si- Sonreí y ella hizo lo mismo- Mañana hay un culto de oración en la noche. Mi familia y yo asistimos...

-¿Puedo ir?- Preguntó desesperadamente antes de que acabara la frase- Es que...enserio, necesito oraciones.

Nunca la había visto tan humillada. Ya no caminaba como si la calle fuese su pasarela; más bien, caminaba encorvada en forma de inseguridad y evitaba a toda costa la atención. ¿Quién diría que la reina del colegio y el porno, se convirtió en la reina de las inseguras?

-Por supuesto. Si quieres llega a mi casa y nosotros te llevamos- Le sonreí y ella hizo lo mismo pero de una forma mucho más insegura.

-Gracias por todo lo que haces por mí, Sara- Dijo y siguió caminando sin despegarse de mí.

Entramos al comedor. Ahí estaban todos los amigos de Isaí y los ex-amigos de Melody. Le sugerí que fuéramos con ellos, pero ella comenzó a negar con total pavor.

-Sara, siéntate conmigo en otra mesa- Me pidió- No puedo llegar con ellos y recordar mi vida pasada...

-Pero...No pasa nada- Le aseguré pero ella no se convenció, por lo que terminamos yendo a otra mesa.

-Muchas gracias, Sara. Sé que querías sentarte con Isaí pero...-Dijo y comenzó a ponerse sentimental- No puedo verlo a los ojos, pues si lo hago, siento que volvería a caer en lo antiguo.

Me deprimí por ella. Realmente necesitaba ayuda y yo podía ser la única que la podía ayudar de verdad. Le tomé la mano y le sonreí para poder calmar su inseguridad que jamás en la vida había visto, ni siquiera en el tímido de Isaí. Isaí era tímido, pero no tanto como la nueva Melody.

-Está bien- Le sonreí.

Acabamos de comer y volvimos a las clases. Melody no se me despegaba ni un momento y hasta me confesó que ella se sentía segura conmigo. Por fin se acabaron las clases y le recordé que a las ocho de la noche, tenía que estar en mi casa para irnos al culto de oración. Ella me juró que iría y me agradeció por enésima vez lo que estaba haciendo por ella.

  ✞ 

-¿Melody vendrá?- Preguntó mi hermano atónito.

Él me había contado que Melody se había salido de su grupo en el chat y que de ahí en más, ya no sabían nada de ella. La habían visto en la escuela y decían que parecía un perro perdido en la calle. Cuando le conté a Isaac todo lo que ella me había dicho y que no se despegaba de mí, mi hermano se quedó atónito y creyó que le estaba mintiendo. Hasta yo creí que lo que le decía era mentira de tan imposible que sonaba.

Erotismo VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora