Me cambié poniéndome un vestido color azul fuerte, acampanado y que me llegaba justamente a la mitad del muslo. Gracias a Dios, tenía unas mangas de tres cuartos y no estaba tan escotado. Me puse unas zapatillas color beige, me peiné con mi cabello planchado en media coleta, me puse poco delineador y rímel, me pinté los labios de un rojo-rosa y me puse mi perfume favorito de vainilla. Mi outfit no estaba listo hasta que me puse un pequeño crucifijo diamantado de anillo y un collar que hacía juego perfecto.
Bajé las escaleras con mi pesada mochila y lo primero que vi fue a Isaí vestido con unos pantalones ajustados de licra, una camiseta sin mangas pero con el cuello redondo y unos tenis Vans. Todo su conjunto era negro al igual que su alma.
Llegué al final de las escaleras y noté que Isaí no paraba de mirarme. Parecía hipnotizado por mi apariencia, hasta que llegó Isaac y le dio un ligero manotazo en la cabeza para despertarlo.
-Te prohíbo que babees por mi hermana y menos cuando tienes novia- Recé para que mi corazón no se haya oído romperse. Isaí le lanzó una mirada aniquilante y después me regaló una sonrisa de disculpa.
-Sarita...
-Está bien, no me molesta- Me encogí de hombros para fingir estar bien cuando por dentro, me estaba muriendo.
Llegamos a la escuela en lo que pareció una eternidad y eso, porque mi hermano estaba hablando de Pamela y de lo mucho que le interesaba. Isaí le hablaba de Melody pero no notaba incómodo y de vez en cuando, lo pillaba mirándome por el espejo lateral del auto como intentando decirme algo con la mirada que obviamente, no pude descifrar.
-¡¡¡Mi amor!!!- Chilló Melody en cuanto vio a Isaí bajar del auto. Me miró con odio y después, se echó a correr hacia él. Lo llenó de besos melosos en los labios y el último beso que le dio, aprovechó y le agarró con los dientes el labio inferior.
Arrugé la nariz y vi como Isaí en lugar de estar concentrado en el beso, me miraba a mí y no me despegaba la mirada ni un segundo. Incapaz de seguir ahí, comencé a caminar sin voltear atrás con el corazón hecho trizas.
-Hey, ahí está mi chica favorita- Dijo una voz masculina hechizante en cuando entré. Era Kian, quien se posicionó en frente de mí con una preciosa sonrisa cautivadora- Hola, guapa.
-Hola- Las alarmas de mi cuerpo se activaron advirtiéndome que me alejara de él...pero recordé la escena de Melody e Isaí teniendo intimidad en pleno público e ignoré las alarmas.
-¿Tienes algo que hacer mañana? Estaba pensando que...pues ya sabes, podemos ir al cine o algo así...¿O será que ya eres propiedad de Isaí?- Solté una carcajada que pareció más bien un grito horrorizado.
-Por supuesto que no soy de nadie. Solo de Dios- Volví a reír pero esa vez, pareció más bien un sonido de cerdo por lo que decidí callarme- Por supuesto que iré contigo. Cuenta con ello.
Si Isaí se llegara a enterar que yo había aceptado salir con Kian, probablemente ese sería mi final. Kian sonrió como victorioso y con un gesto de cabeza, aceptó.
-Bien, ¿Me pasas tú dirección para pasar por ti?- Sacó su celular. No le iba a dar nada, pues aun era un desconocido.
-No hay necesidad. Mejor nos vemos en el cine, ¿te parece?- Sonreí. Me devolvió la sonrisa.
-Me parece. A las 8:00 en el centro comercial más típico de aquí, ¿te parece?
-Anotado- Sonreí- Bueno, te dejo porque tengo que ir a clase. Adiós- Me despedí de él levantando y agitando la mano. Él me detuvo la mano y se llevó mis nudillos a sus labios y los besó con suavidad. Fue un gesto bastante galanteado.
VOCÊ ESTÁ LENDO
Erotismo Virgen
Ficção AdolescenteSarahí era la típica chica mojigata que tenía la mentalidad en perder la virginidad hasta que se casara...pero todo cambió cuando Isaí llegó a su vida. Un demonio disfrazado de ángel que la obligó a crear a Rajab TruTru, su lado erótico, sexy y sens...