59.✞

7.7K 427 32
                                    

-¡¡Esto tiene que ser una maldita broma, Sarahí!!- Vociferó mi madre.

Nunca me había puesto a pensar lo enojada y asustada que estaría al contarle que, mágicamente, me iba a casar con Isaí. No esperaba que lo aceptara mi familia, pues tampoco habíamos hecho oficial nuestro noviazgo...pero realmente no me importaba si lo aceptaran o no, yo amaba a Isaí y no podía dejarlo ir sabiendo que él era el amor de mi vida.

Mi madre, junto con mi padre y mi hermano, casi se desmayan cuando los recluté en la sala y les conté mis planes. Mi papá comenzó a regañarme, diciendo lo niñata que aun seguía siendo y que estaba muy pequeña para casarme. Mi hermano, como sabía toda mi historia con Isaí, se comenzó a asustar y a medio enojar por mi decisión y bueno...mi madre fue la única que se puso como histérica gritándome.

-Mamá, yo lo amo- Dije intentando calmarla.

-¿Tú que sabes de amor? ¡¡Apenas conoces a ese chico y nosotros también!! No puedo entregarle mi niñita a un cualquiera, tenemos que conocerlo y...

-Si yo lo amo y él me ama, ¿por qué tenemos que esperar más? Quiero casarme con él para no cometer ninguna estupidez antes de...matrimonio- Dije ruborizándome.

Mi mamá comenzó a ventilarse con su mano y mi papá, casi escupe el jugo que estaba tomando. Mi hermano parecía más relajado y hasta feliz por decisión.

-Sara...hace unos días nos gritaste que por qué lo habíamos dejado entrar en tú vida y que nosotros seríamos los culpables de tu muerte social...¿quién te entiende?- Preguntó mi mamá tragándose las lágrimas.

-Pasaron algunas cosas...vaya, horrendas- Suspiré- Pero no puedo evitar amarlo y él a mí tampoco. No importa cuantos problemas me traiga, siempre se los terminaré perdonando, por amor. Como Dios nos ama a nosotros y nos perdona todo- Aquello, fue como un tiro directo al blanco.

Mi mamá se relajó muchísimo y mi papá se destensó. Mi hermano sonrió enseñando lo orgulloso que estaba de mí y levantó su pulgar en forma animosa. No me había dado cuenta, pero estaba temblando de los nervios, esperando que tanto mi padre como mi madre, hablaran y me dijeran cualquier cosa...

-Está bien- Cedió por fin mi madre suspirando- Pero tienes que decirme con total seguridad que lo que estás haciendo no es una estupidez. Por favor, hazme sentir segura de que estás contenta con tú decisión- Imploró.

La duda entró a mí. ¿Qué tal si hubiera cometido una idiotez? ¿Sería infeliz? La duda me hizo sentir un poco desconfiada de la decisión que tomé...

Pero de la nada, me llegaron aquellos recuerdos con Isaí. Cuando lo vi por primera vez, cuando fuimos al grupo de jóvenes y no paraba de mirarme y sonrojarse.  La forma en que él no me juzgó por escupirle, la forma en que no me miraba con discriminación. La primera vez que lo volví a ver después de que se fue y que casi me desmayo ante su candente cambio. Como me tomó del brazo y susurró "Hiedra" con ese acento más marcado, en cuanto me estaba yendo de la fiesta. Aquella vez que literal, obligó a Gio a que me obligara a ir con ellos al centro comercial. Todas las veces que quería hablar conmigo y que me ofendía porque yo no lo dejaba que me dirigiera la palabra. Aquella carta que...necesitaba volver a leer, el oso tamaño edificio, los dulces que me acabé en dos días. La forma en que me rescató de casi ser violada (dos veces), los besos con su perforación en la lengua...O con el simple hecho de que él fue el primero que me besó en mi vida y el primero que me hacía sentir esas mariposas que todo mundo describía pero que yo jamás llegué a sentir hasta que él llegó. En fin, más segura no podía estar.

-Estoy segurísima, mamá- Le aseguré- No estoy cometiendo ninguna estupidez, es lo mejor que puedo hacer- Dije y mi mamá pareció más relajada. Me sonrió y me abrazó con tanto cariño, que se puso a llorar. Yo estaba tan contenta, que me puse a llorar junto con ella.

Erotismo VirgenWo Geschichten leben. Entdecke jetzt