Erotismo Virgen

Epílogo.✞

Muchos años después.

-¡¡Vamos a llegar tarde a la iglesia!!- Les grité a mis hijos y a mí marido.

¿Qué locura, no? Después de unos cuantos años casada con el amor de mi vida, Isaí, por fin habíamos logrado tener hijos. Pero para mi tremenda bendición, eran trillizos, por lo que educarlos fue un reto totalmente. Tenían 18 años los tres, por lo que gracias a Dios, ya tenían conciencia propia y ya no se comportaban tan mal como en su infancia. Les pusimos de nombre: Zadrac, Mesac y Abed-Nego, tal cual lo había deseado. Después de ellos, dos años después, tuvimos a una hija a la cual, quería llamar Ester. Isaí casi me ahorca al escuchar mi sugerencia de nombre, pues se acordó de que así me decía Kian y...no le gustó para nada. Así que él decidió ponerle un nombre totalmente distinto a Ester: Jessica. Era nuestra única hija y desde que era pequeña, siempre fue una diva. Se pintaba, usaba tacones no tan altos y hasta llegó a tener un novio en el jardín de niños. Ella me recordaba bastante a Melody y eso no me gustaba para nada. Pero con el poder de Dios, pudimos educar (o al menos lo intenamos) a los tres hombres y a la única mujer de la familia.

Para mi sorpresa, Isaí fue un mejor papá de lo que creí.  Creí que no tendría tiempo para poder educar a nuestros hijos, pues al final de todo, fue policía. Yo cumplí mi sueño y estaba en un programa de radio religioso a las ocho de la mañana. Bueno en fin, nuestros hijos adoraban a Isaí y le contaban TODO como si él fuera su mejor amigo. Isaí siempre les daba consejos (algunos horrendos y malos), pero parecía el típico papá que era súper amigo de los hijos. Llegaba a ellos con más facilidad y les daba consejos para que sobrevivieran en la escuela y en el amor. Los chicos se entendían exageradamente bien con él y ni se diga de Jessica, que parecía la versión femenina de él. Lo de su estrellato porno era secreto y todos los días le pedía a Dios para que no se enteraran nunca de que Isaí era eso. O para que no vieran mi vídeo donde fui víctima de  una maldita broma.

-Ahí vamos, mamá- Contestaron todos (incluyendo a Isaí) al unísono mientras se arreglaban. Se rieron del bromista que era su padre. Yo también me reí.

Bajó Isaí con una camiseta blanca, unos pantalones ceñidos negros y unos zapatos del mismo color. Llevaba un moño rojo que hacía juego con el rojo natural de sus labios. Esa mirada tan sensual en su rostro era...uff, ni con el tiempo se le quitaba lo maravillosamente sexy. Después, llegó Zadrac, que era el más parecido a su padre tanto en actitud, como en físico. Llevaba una camiseta de cuadros azules y blancos, unos pantalones negros y unos zapatos negros. Abed-Nego (que era el que más se parecía a mí en actitud) Iba igual que los otros dos, nada más que con una camiseta de color púrpura. Mesac llevaba una camisa blanca con unos jeans ceñidos color caqui y unas botas negras. Todos iban con el cabello engominado y con los ojos de color azul celeste brillando. Eran los clones de Isaí cuando recién lo conocí.

-¿Cómo me veo?- Preguntó una femenina voz celestial bajando las escaleras. Por el sonido de los tacones, sabía que la sorpresa no me gustaría.

Volteé a ver y casi me desmayo al ver a Jessica vestida con un micro vestido rojo de manga larga y totalmente escotado. Como lo supuse, llevaba unos tacones rojos del mismo color y eran tan altos que me recordaron a mis tiempos alocados como Rajab. Sus labios eran rojos tentación y las pestañas que llevaba, de seguro eran postizas.

-Santo Dios- Fue lo único que pude musitar.

-Jess...-Comenzó a decir Isaí- Creo que deberías...

-¡Ni de broma!- Se rebeló- Al menos estoy vestida.

Puse los ojos en blanco y ella también. Me acerqué a ella resonando mis pequeños tacones sobre el piso de madera.

-Jessi, preciosa- Empecé pero ella se cruzó de brazos- Es inapropiado para la iglesia. La gente se distraerá con tu cuerpo y...puede que pequen pensando en ti- Dije de forma más dulce posible.