23.✞

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Mis vellos se erizaron. Mi pulso comenzó a acelerarse. No podía creer lo que Kian me había dicho. ¿Será Melody la que lo había pervertido? 

-Sara, déjanos solos- Dijo Isaí. No sabía si era mandato o era un ruego.

Volteé a ver a Kian, quien estaba viendo a cada uno de los amigos de Isaí con odio. Después, me miró con una sonrisa para calmarme y con un movimiento de cabeza me hizo entender que me fuera y que él estaría bien. Acerté, di media vuelta y comencé a alejarme de ellos.

Escuchaba algunos murmuros, así que volteé por encima de mi hombro y vi que absolutamente todos me estaban mirando y se callaron al verme voltear. Me sonrieron forzadamente. Seguí caminando pero esa vez, con zancadas más grandes.

Salí del comedor y entonces, pude respirar con normalidad. Sentía como mis huesos temblaban y solo entonces me di cuenta de lo asustada que estaba. Fui a buscar el salón donde se hacían las clases de pole dance. Una vez que lo encontré, me dirigí nuevamente al comedor y vi que Kian estaba hablando con Isaí. Los demás se habían ido a sentar a su mesa y estaban platicando con normalidad. 

Kian volteó hacia mí y me sonrió. Isaí hizo lo mismo y ambos comenzaron a acercarse a mí. Me empecé a sentir acorralada pero no estaba segura de si era por Isaí o por Kian...o por ambos.

-Hola, Sara- Sonrió Kian espectacularmente.

-Hola, ¿todo bien?

-Todo asombroso, Sarita- Isaí intervino en la conversación con una sonrisa. La tensión seguía presente.

-Bueno, pues yo me tengo que ir a mis clases de...- Me callé. No quería que Isaí supiera que iba a meterme a clases de Pole Dance y mucho menos porque él sabía que lo usaría como Rajab.

-¿Clase de qué, Sarita?- Preguntó Isaí. Él nada más me decía Sarita para enojarme porque él estaba muy enojado...me preguntaba si estaba enojado en ese momento.

-De Pole Dance, ¿verdad?- Kian intervino. No sabía muy bien si lo había hecho para probarle a Isaí que él sabía más de mí que él.

-¿Pole Dance?- Preguntó Isaí entre dientes. Vi como su pecho se hinchaba y desinchaba ante su agitada respiración.

-Si, Isaí. Nos vemos después- Me despedí tanto de Kian como de Isaí y salí huyendo de ahí. Sentía que alguien me estaba persiguiendo pero al voltear, no vi a nadie y me relajé.

Me vestí con un short que para mí, eran más calzones que short. Me llegaban a la mitad del muslo. Llevaba una camiseta de tirantes bastante fina y un poco más escotada para mi gusto y unos tenis deportivos. Estaba lista.

Me dirigí al salón de las clases y me detuve en seco al ver a Isaí recargado en la pared a lado de la puerta. Intenté ignorarlo, pues sabía que me iba a decir que no hiciera eso y bla bla bla. Me examinó de pies a cabeza y sus comisuras de los labios comenzaron a levantarse en una sonrisa...pero las hizo parar en cuanto se dio cuenta de que estaba sonriendo. ¿Qué rayos?

-¿Por qué?- Fue lo único que preguntó.

-Solamente quiero probar nuevas cosas- Dije con la mayor compostura que pude sin dejarme vencer por la rabia- Así que si, lo haré.

-Sara, ¿por qué? ¿Por qué te estás convirtiendo en...ésto? ¿Kian está detrás de todo esto, verdad?- Su voz tronó en cuanto preguntó lo último. Puse los ojos en blanco y comencé a caminar para meterme al salón.

Antes de entrar, Isaí me tomó del codo y me pegó a su cuerpo, casi haciendo que nos unieramos. Sentí como su respiración se aceleró y como me miró...¿fascinado? Mientras nuestros cuerpos estaban juntos. Con su dedo áspero, me acarició con suavidad la clavícula. Perdí el razonamiento, solamente quería seguir sintiendo aquello.

Erotismo VirgenWhere stories live. Discover now