33.✞

7.5K 441 33
                                    

Creí que tomar era una de las cosas mas estúpidas que podía haber hecho...pero me equivoqué. Después de tres copas de algún tipo de bebida alcohólica, se me había olvidado por completo todo lo que había visto en la televisión y mi dolor se convirtió en risas y sonrisas. No podía creer que Kian me soportaba mi irritante actitud de niña pequeña.

-¡¡Me siento feliz!!- Grité brincando en el sillón de Kian. Reí mientras brincaba más alto.

-Sara...creo que deberías descansar un rato...- Dijo preocupadamente Kian. 

-¡Aguafiestas!- Le saqué la lengua como una niña pequeña.

-Vamos Sara, creo que fue mala idea haberte dado algo para beb...

-¡¡Ni siquiera acabes esa estúpida frase!!- Me tapé los oídos  mientras seguía brincando- ¡Jamás me había sentido tan viva! Es más, vamos a un bar.

Kian abrió los ojos como platos y después, sonrió burlón.

-No quiero sonar grosero...pero creo que tú eres la última chica que irías a un bar- Se aguantó las carcajadas inflando sus cachetes.

Me paré en seco, bajé del sillón y me acerqué a él. Estábamos a milímetros de distancia y sonreí maliciosa, apagando su candente sonrisa.

-Bueno, ya he ido a bares como Rajab- Dije vencedora.

Kian se me quedó mirando procesando mis palabras y después, tragó saliva.

-...¿Como Rajab? ¿O sea, cómo?- Preguntó Kian temeroso o nervioso.

-¡Si serás idiota!- Reí- Yo soy Rajab, Kian. ¡¡Somos las mismas personas!! Estás muy tonto- Reí con más fuerza hasta que me dolió el estómago.

Kian se quedó parado, viéndome como si no pudiera creer lo que había dicho. Me tocó el cachete corroborando que fuese real.

-¿Tú...tú eres Rajab?- Preguntó aturdido.

-¡Claro! Daaah- Le hice una seña de Loser con mi mano y me la llevé a la frente- Obviamente soy yo.

-Sara...pero...

-Shh- Le tapé su carnosa boca con mis manos- Vayamos a un bar. Yo vestida de Rajab y tú vestido del guapísimo hombre rudo y malote que eres.

Kian no podía creerlo. Seguía viéndome con impresión.

-...Claro- Aceptó por fin. 

Chillé de la alegría y di pequeñas palmadas. Kian comenzó a sonreír sensualmente y después agarró su celular para textear algo.

-¿Tienes maquillaje y alguna peluca?

-Si, tengo maquillaje de mi prima que se quedó a dormir aquí el otro día- Fue hacia un cuarto. Salió con una bolsa repleta de cosas de maquillaje y también sacó una peluca de color negra y el cabello llegaba justamente a la mitad del cuello. Justamente como Rajab- Y también tengo esta peluca-Me tendió los objetos.

-¿Por qué tienes una peluca de Rajab?- Pregunté alzando una ceja y con una sonrisa.

-Porque...bueno, digamos que Rajab marcó parte de mi vida...-Se sonrojó y agachó la mirada al suelo- Y pues compré una peluca para que me hiciera compañía como si ella estuviese conmigo.

Me morí de la ternura. Pero que amoroso era Kian y en lugar de decírselo o decirle algo más, solament corrí al baño más cercano. Me quité toda mi ropa, quedándome en ropa interior blanca, que por alguna extraña razón, antes de cambiarme para salir con Kian, me puse ropa interior que hacía juego. No tenía tacones, por lo que solamente me puse mis botas. De seguro en el bar habrán demasiados tacones. Me pinté poniéndome un kilo de polvos, delineándome los labios de rojo para que se me vieran más grandes, enchinándome las pestañas y poniendo un montón de rímel para que se vieran artificiales. Me puse la peluca y  con mi crucifijo en el cuello,salí. Estaba congelado a fuera pero tal vez por el alcohol, ni lo sentí.

Erotismo VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora