¿CUAL MIEDO?

40 6 0
                                    

Fragmento del libro: "Emulador De Sueños (proximamente aqui)"


"... y en sus ojos se miraba

aquella ira, aquel odio y rencor

que solo podía existir en alguien

como él..."



La luz se apagó y estaba en total obscuridad en aquel momento, aunque habría dado igual si tuviera un foco gigantesco frente a él, las vendas que cubrían sus ojos estaban demasiado apretadas, no recordaba cómo había llegado hasta ese lugar y en ese momento exactamente, ni siquiera era capaz de recordar quien era, aunque las sombras ocasionadas por las vendas lo reconfortaban, sentía una gran paz en su interior.

Mientras trataba de moverse se dio cuenta de algunas cosas, así como que había un par de esposas frías y húmedas apretando fuerte contra sus muñecas, no podía estar colocado en posición normal ya que sentía como de sus manos escurría algo tibio hasta su garganta, eso quería decir que se encontraba probablemente colgado de los pies, las cuerdas en sus tobillos no estaban muy apretadas, pero se sentía la fricción cortante, en el aire había un hedor sutil pero familiar, tal vez para cualquier otro desagradable, pero no para él, ese olor era dulce y aunque inexplicable, cálido, hacía que su mente trabajara en empatar ese olor con algo en especial, pero no sabía de qué se trataba.

Un poco más lejano se escuchaban unas cuantas gotas caer sobre un buen tanto de agua acumulada, llámese charco o cubeta, como fuere el sonido era familiar también, entonces sintió algo más, un movimiento oscilatorio sobre su cuerpo, casi como si se estuviera columpiando y una brisa fría que le recorría la espalda, el sonido del metal chocando constantemente, no como si golpearan un cuchillo contra otro, más bien como si una cadena se moviera constantemente.

De la nada el ruido ocasionado por unas botas pesadas sobre el suelo se acercó lentamente hacia él, una respiración profunda se detuvo a su lado y sintió un par de manos gigantes que lo giraban en dirección opuesta a la que estaba, una voz corto el silencio, era una voz áspera y rasposa la que le pregunto: ¿te creíste muy hombrecito no?, él solo se limitó a sonreír discretamente y como respuesta tuvo esa enorme mano en forma de puño golpeando dos o tres veces contra su rostro, pudieron ser más, pero apenas al segundo se había adormecido y no sintió el resto.

Cuando recobro el conocimiento pudo escuchar a dos tipos hablando cerca de el:

- ¿Quién es este tipo?

- No lo sé, nosotros solo nos dedicamos a hacerlos escarmentar

- ¿No te parece que está muerto?

- Probablemente lo golpee de más en la garganta o quizá alguna costilla rota perforo algo

- ¿Qué deberíamos hacer?

- Solo descuélgalo y tíralo con el resto, ya no nos sirve

- ¿Y si me divierto un poco con él?

- Sabes que tus perversiones y depravaciones me dan igual así que haz lo que quieras, pero no lo quiero ver más por aquí

- De acuerdo jefe

El ruido del cuerpo desplomándose contra el piso no sonaba lejano, a decir verdad, se escuchó demasiado cerca, se hizo un poco de silencio y luego sonó como arrastraban el cuerpo, una puerta metálica se azoto al fondo, aquel sonido como de un animal desfogando todo su estrés con una pobre presa domino el ambiente que solo se cortó por la voz rasposa detrás de él:

FragmentosWhere stories live. Discover now