LAMENTO DESCEPCIONARTE

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...cada quien es dueño de su vida,

el dónde, porque y como decida vivirla,

le corresponde a cada individuo y

nadie debe decidir por el o presionarle...


"Breve Carta De Un Hijo A Su Padre..."


Bien, pues estoy aquí de nuevo, a poco tiempo de cumplir el medio lustro, el cuarto de siglo y tú sigues diciéndome lo mismo una y otra vez, es increíble que a pesar del tiempo que paso haciendo una u otra cosa, siempre tengas el mismo comentario hacia mí, ese maldito "como no haces nada, deberías...", entonces, me doy cuenta de que he cometido el mismo error que hace tiempo, olvidaba que si no se hace frente a tus ojos, no vale o simplemente no es cierto, porque si es algo que tú no ves, simplemente, es algo inútil, o si tú no lo hiciste, no es algo importante, pero no escribo en afán de reproche, pues no tengo nada que reprochar, hasta el día de hoy, puedo decir con todo el gusto, que te agradezco, porque si algo hubiera sido distinto en mi vida, probablemente, no sería quien soy, pero quien soy para mí, no el que represento para ti, para los demás.

Hace algunos años, mientras platicábamos después de una de nuestras acostumbradas peleas, te lo dije, siempre he buscado tu aprobación, el hecho de que te sintieras orgulloso o simplemente un bien hecho hijo, más de una u otra forma, nunca obtuve nada de eso, por más que lo intente siempre conseguí ese mismo resultado, en donde más allá de ver mi esfuerzo, el tiempo que le dedique o simplemente el trabajo que me costó hacer las cosas, solo te fijabas en el defecto, en el material o en que podrías mejorarle, en donde en lugar de darte gusto el hecho de ver que cumplía poco a poco lo que me había propuesto desde pequeño, te sumabas a las personas que no creían en mí, en lo que hacía, además de eso, te volviste uno de esos que menosprecian aquello a lo que me dedico, lo cual me hace pensar, ¿Dónde quedo aquel que alguna vez me dijo que persiguiera mis sueños? ¿En dónde está ese que me pidió que eligiera bien mi carrera, para que no fuera un trabajo, sino un placer? O simplemente ¿Por qué de un momento a otro, solo te importo el dinero? Es que acaso de verdad esperabas que renunciara a todo lo que yo quería, solo por unos pesos en la bolsa, no padre, no puedo creer eso, ni resignarme a ser esclavo de alguien más, para que, con mi trabajo y esfuerzo, alguien más se pare el cuello y se quede con mi crédito.

Nunca entendí la razón de porque siempre te quejabas de mi o del porque te expresabas de esa forma en donde parecía que realmente no me llenaba con lo que recibía de tu parte, siendo que yo cuidaba y apreciaba cada obsequio que me dabas, fuera como fuera, nunca te pedí más de lo que necesitaba y eso solo era para la escuela, porque al menos de mi parte nunca obtuviste un capricho o un berrinche por un juguete, por un juego, por algo que en realidad no necesitara y solo fuera algo material, siempre te respete o no lo sé, tal vez como me dijeron alguna vez, más que respeto era miedo, pero nunca te falte o te ofendí, al contrario, creo que siempre te defendí de palabras que te podían hacer daño, hablando maravillas de ti y cerrando mis oídos a críticas y perjuicios.

Mas caigo en cuenta de que en realidad nunca tuve el apoyo que necesitaba, siempre tuve que salir por ayuda de los demás y repito, no hablo de económicamente, pues lo que necesitaba para hacer los trabajos, tareas o proyectos, lo tenía de tu parte, pero cuantas veces te preocupaste de verdad por acercarte a ver que hacía, por ayudarme con algo, por simplemente decir ¿tienes dudas?, nunca fue así, los abrazos fueron escasos, las palabras de aliento menos y las veces en las que afirmabas sin titubear que lograse lo que lograse, era simplemente aquello que era mi deber, pues a tu manera de ver las cosas, yo no debía fallarte ni con calificaciones ni con forma de ser, entraba a todo lo que tu querías y me esforzaba por lograr cumplir con las metas que tú me ponías, mas eso tampoco fue suficiente, soporte regaños, castigos y en ocasiones hasta golpes, pues cometía errores que lo ameritaban o al menos eso creía hasta que lo compare con otras personas, es increíble como las cosas llegan a cambiar de una persona a otra, como a mí me hiciste sentir de verdad mal cuando hacía algo malo, a tal grado que sin necesidad de decirme nada, simplemente llegaba y me autocastigaba quedándome en la soledad de mi cuarto, las veces en las que tuve que quedarme callado o solamente aguantar cada palabra en donde me decías claramente lo tonto que era.

Por mis actitudes me llevaste a psicólogos y sin más me castigaste alejándome de todos aquellos que eran mis amigos, pues según lo que creías, me estaba volviendo alguien demasiado egocéntrico y prepotente, tristemente nunca fue así, en el lugar justo donde me encuentro, veo como otras frutas se echan a perder lentamente y por mucho coraje que me dé, a esas frutas si se lo permites, fue entonces que me di cuenta de que incluso con tu forma de decir bromas, te burlabas de lo que sentía, pues siempre decías "pobrecito del traumado" y aun cuando no me lo decías a mí, realmente me molestaba, pues bien sabias de todo aquello que llegaba yo a sentir.

Sin más padre, tengo que agradecerte, porque por ti me volví quien soy, pues me enseñaste cosas demasiado valiosas que nadie más me habría mostrado, como que ningún golpe me puede quebrantar, pues más allá del dolor físico que puede generar, no es nada más, me inculcaste a no buscar en los demás esa aprobación o aprecio por lo que hago, pues solo debo de complacerme a mí y si me gusta lo que hago, qué más da lo que piense el resto, me motivaste a seguir sin importar que tanto menosprecien o valoren lo que haces, me ayudaste a intentar cualquier cosa que me proponga y no solo eso, sino a dominarlo y demostrarle con hechos a quien sea, que conmigo no se juega, me enseñaste a no gastar en cosas vánales y materiales que ultimadamente no necesito, pero lo más importante, me diste la lección más valiosa de mi vida, no vivir una vida como el resto quiere que la viva, sino como yo quiero vivirla, si padre, me hiciste un hombre fuerte, responsable, que busca y encuentra formas de conseguir lo que quiere, apasionado por su trabajo, inteligente o creativo, como quieras decirlo y con una autoestima alta, que aunque su misma sangre le llame mediocre, no le importa, pues él sabe que vale mucho más.

Por ultimo padre, no es una carta de despedida, de reproche o para que al leerla te sientas mal o te molestes, simplemente es una carta de disculpas, pues claramente nunca seré lo que tú quieres, pues como hace tiempo me lo dijiste, no soy tu orgullo y ahora es que caigo en cuenta de que para mí siempre fueron tus regaños, tus enojos, tu ira y tus reproches, porque al menos, eso me lo dedicaste con gusto, sin importar cuanto cambiara para evitar esas cosas, siempre me correspondieron a mí y de verdad discúlpame, pues no viviré de la forma en que tu esperas, no venderé mi esfuerzo y pasión por un sueldo miserable, no seré como el resto que por conformismo renuncian a sus sueños, no me rendiré en conseguir lo que quiero, no dejare de esforzarme ni de amar lo que hago, aunque no lo valoren y ante todo, no creo dejar de decepcionarte, no porque quiera retarte ni mucho menos hacerte pasar corajes, pero puedo decirte, que te decepcionare cada día de tu vida, si se trata de lograr y perseguir mis deseos, pues padre, esta vida es mía y si la guio bien o mal, solo yo seré quien la lleve consigo, así que lamento decepcionarte.

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