Fragmentos

HILOS DE VIDA

...las cosas que suceden,

suceden siempre por algo,

el no saber cómo llamarlo o entrar

en discusión sobre eso, no cambia el hecho...

Dedicación especial a AbstractMoon3, alguien que me da gusto conocer, gracias por leerme y estar presente en estos momentos, así como por tus palabras de aliento.

Una vez más nos encontramos de frente, cruzando nuestras miradas y sintiendo como los corazones se aceleran, tal vez reconociéndose como parte de un mismo ser, o quizás solo la corroboración de lo que debe pasar, aun no entiendo porque siempre termina sucediendo lo mismo y ni siquiera es como que el mundo o la naturaleza se preocupe por explicarlo, mas no puedo negar que en ese instante en el que nos vimos aun acercándonos entre toda la multitud, sentí como aquel lazo se iba destensando y mi cuerpo se relajaba lentamente, pasamos uno al lado del otro, como en tantas otras ocasiones, fingiendo no conocernos y respetando el espacio preciso que se extiende entre nosotros, a duras penas rozas con tu piel la mía y ese escalofrió al cual ya estoy acostumbrado, vuelve a mi ser, no giro para verte, pero se perfectamente que al igual que yo, te has sonrojado y sonríes con la misma ternura que aquella primera vez, en mi cabeza solo existe la duda del porque nos seguimos topando en cada momento, en cada vida, en cada ocasión que es pertinente.

Me acerco a ti como siempre, te miro a los ojos y comienzo a hablar, buscando las palabras para expresar mi sentir, para decirte cuanto gusto me da verte nuevamente, saber que estas aquí y sobre todo, que seguimos haciendo lo mismo, los años han pasado sin remedio y las etapas del mundo nos vuelven a golpear cambiándonos de apariencia una y otra vez, pero sea como sea, sigo sintiendo esa necesidad única de hacer que al tocar tu mano, tu piel se erice y que al tener mi rostro justo frente al tuyo, sientas que nuestros seres se funden, pues actúan tus labios como un imán que se pega a los míos, nos abrazamos y reconfortamos uno en los brazos del otro, llevo mi mano hasta tu brazo y solo con el roce de las yemas de mis dedos, subo lentamente la manga de tu vestido, descubriendo esa marca que es inconfundible, ese increíble sello que siempre me permite saber que eres tú, me miras y con tus dedos descubres mi marca sobre el pecho, sonreímos ambos y en silencio salimos de aquel lugar tan lleno de gente, anticipando nuestra platica de costumbre, caminamos tomados de la mano hasta llegar a un sitio tranquilo y solitario, en donde solo podamos ser tú y yo, te ayudo a sentarte en la banca que mira justo al horizonte, tú te quedas mirando fijamente la unión perfecta entre el mar y el cielo, que solo rompe aquel sol que cae como cada día, en un tono de anaranjado perfecto que hace que ambos nos veamos relucientes, entonces extiendes tu mano a la mía y me haces sentar a tu lado, ambos intentamos comenzar a hablar, más nos interrumpimos mutuamente, la pena nos llena y bajando la mirada al piso guardamos silencio como dos niños sonrojados.

Pregunto tu nombre y acomodas tu cabello detrás de tu oreja mientras dices que ya lo sé, mas no me refiero al nombre con el que te he conocido por tantos años, por tantas vidas, pero replicas argumentando que el nombre que tengamos en esta era, en realidad no importa si sabemos quiénes somos en realidad, asiento con la cabeza mientras recorro tu marca con mi mano y pronuncio ese nombre con el cual, nos presentamos la primera vez, mi dedo pasa despacio por encima de aquel corazón y arco que se enciman, por los rizos dorados que están sobre de él y por aquellos dos orificios de la marca, en donde claramente, deberíamos de estar tú y yo, mi querida Eris, te he extrañado tanto, mientras me escuchas te estremeces escondiendo tu cabeza entre mi hombro y cuello, tomas mi mano y dices: "Phenix, no seas exagerado...", alegó que he tenido que esperar mucho y solo respondes con una sonrisa: "esta vez solo han sido veinte años los que nos hemos alejado, nos hemos ido por más tiempo...".