AIRCUT ORIGEN

23 3 0
                                    


... vivir en circunstancias pesadas

te puede llevar a una vida de gloria

y superación, en otro caso,

solo te hunde en la obscuridad...


"Fragmento del Prólogo de la novela/comic: Aircut, colección: ANTI-heroes"


... ahora él estaba allí, parado en el borde del abismo, mirando fijamente hacia abajo, Long, Bitsy y Ming lo miraban mientras corrían hacia allí, la brisa golpeaba contra su cabello, impidiendo que contemplaran la mirada llena de confianza y sin temor, Shadow, estaba parado justo a su espalda, todos temían lo peor, pues como se sabe, uno de ellos tenía un gran rencor contra el otro, Aircut sonrió mientras daba un paso más al borde del abismo, tras el silbido del viento, la voz de Aircut rompió el silencio:

"¿Que harían si se encontraran al borde?, ¿Si tras de ustedes solo hubieran, recuerdos malos, errores, tropiezos y males que los acechan en todo momento? ¿Si la única salida que tuvieran fuera ese gran abismo? ¿Si sus sueños los llevaron hasta aquí, a esta situación? ¿Qué harían? ¿Dar el paso? ¿Retroceder?"

...Un suspiro seguido por un grito sonó... nada más hizo falta...

Una brisa de aire agradable, en el gris obscuro de las calles de Soul Rich, el cielo completamente cubierto por nubes que amenazaban con soltar la lluvia sobre la tranquila gente que caminaba confiada, todos ellos con sus caras fingidas e hipócritas, "llenos de felicidad", saludando unos a otros de mano, de beso, abrazándose y tan pronto dan un paso más, comienzan a hablar mal sobre ellos, ni se diga si una persona que no pertenece aquí llega a entrar, recuerdo que estas divisiones existían desde hace ya tiempo, cuando yo aún era un niño, quise estudiar más, quería saber sobre todo lo que nos rodeaba y más aún, todo aquello que me ayudaría a hacer algo importante en mi futuro, sin embargo, en esos tiempos, los únicos que podían entrar a los institutos, eran los hijos de ricos, herederos o recomendados, para mi mala suerte yo no pertenecía a ninguno de esos tres, mi clase era más allá de los trabajadores, aún más baja que los "perros", simplemente, la gente pasaba junto a nosotros y fingían que no existíamos, realmente era triste, recuerdo que estos eran nuestros días favoritos, al caer la lluvia por lo menos podíamos darnos un baño rápido, corriendo completamente desnudos en la calle, con la esperanza de que la seguridad no nos atrapara y encarcelara o golpeara, otros, disfrutaban de los charcos, pues significaban bebidas gratis, salíamos juntando las botellas vacías para poder acumular un poco de esa agua y al voltear ver a los riquillos tirando garrafones completos porque una mosca se paró en la boquilla.

Al crecer, las cosas no mejorarían, se nos forzaba a trabajar hasta veintitrés horas al día, con la lujosa paga de no matarnos, mientras los ricos festejaban el cumplir quince o dieciocho años con pasteles exuberantes, presentaciones formales y regalos que no necesitaban, nosotros aparecíamos ante la gente, pero como personas, sin o como mano de obra barata o mejor dicho, gratis, todos tenia ilusión de crecer, menos nosotros, sabíamos perfectamente que al llegar nuestros catorce años, todo cambiaria, las rejas de nuestra "población" se abrían y tras ellas entraban los guardias del gobernador, armados hasta los dientes como si fuéramos un peligro, si alguien se atravesaba en su camino, solo lo golpeaban hasta que dejara de moverse, tomaban a los jóvenes y los marcaban en la muñeca, una serie de símbolos extraños que para nosotros, no tenían ningún significado, "somos reces para ellos, marcados como tales y vendidos como ganado entre los ricos" eran las palabas de mi padre.

FragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora