Fragmentos

EL CABALLERO DE TUS SUEÑOS

...a veces deseamos algo con tantas ganas,

que por alguna razón lo logramos,

pero cuidado, en realidad no sabes,

para quien estas trabajando...

"Fragmento de la novela: Un Amor De Ensueño, colección: Otra Novela Romántica..."

Allí estábamos los dos, tomados de las manos y caminando sobre las nubes, las estrellas estaban al alcance de nuestros dedos y sin más podíamos tomarlas y obsequiárnoslas, un rico aroma a libertad y esa sensación de estar volando era lo que nos mantenía en aquel estado de trance, ella me miraba con tanto amor y yo sin duda le correspondía aquel sentimiento tan profundo, nuestros pies se despegaban de aquella sustancia suave y acolchada, dejándonos como acostados sobre aquel aire liviano, no importaba si volábamos o caíamos, nuestros ojos estaban fijos en los del otro, las manos se habían soltado pero seguíamos seguros de que volveríamos a encontrarnos en breve, extendía mis manos intentando no parecer desesperado, simplemente para rozarla y ella encogía los suyos mientras sonreí burlonamente, ambos cerramos los ojos y disfrutamos por un momento de aquello que estábamos viviendo, entonces sentí el roce de sus manos que hacían que abriera mis ojos y me sonrojara, de un momento a otro me acercaba a su cuerpo y me abrazaba tierna y delicadamente, tal como era ella, mis brazos rodeaban con mucho cuidado su cintura y ella recargaba su cabeza sobre mi pecho, ya no notábamos si subíamos o bajábamos de aquel lugar en el que nos encontrábamos, estrellas cayendo alrededor y a un paso de tocar el piso, un par de alas doradas brotaban de nuestras espaldas, ella me cuestionaba sobre seguir en el viento o tocar el piso, pero la decisión que tomáramos, seria por un largo tiempo pues si seguíamos dentro del viento, no bajaríamos en años y si rozábamos el pavimento, no podríamos volar libremente por más tiempo, así que cerré mis ojos y tome su mano, dejándola elegir lo que fuera que ella quisiera, yo la seguiría en su camino sin importar lo que pasara, así, con los ojos cerrados y sin dudar.

Espero por sentir aquello que ella ha decidido y sin dudas, eligió lo mismo que yo habría hecho, se forman un par de aros sobre el piso por el impulso que tomamos para subir nuevamente, cruzamos por las nubes, por el borde de la tierra, hasta el espacio, abro los ojos y no hay duda que incluso rodeado de toda aquella belleza y majestuosidad, ella sigue siendo la favorita de mis ojos, el brillo resplandeciente del sol hace que se vea aún más atractiva de lo que uno pudiera notar a primera vista, mi corazón palpita, acelerado a tope y aunque por alguna extraña razón podemos respirar incluso en este sitio, siento que me falta el aire al pensar que estamos juntos, su sonrisa vuelve a aparecer sobre su rostro y eso me hace enloquecer un poco, sonrió pues es claro que me siento bien, es casi como estar completamente drogado, pero esta droga era la mejor del mundo, una que no podías comprar y que sin duda no tendría remedio, pero que al mismo tiempo te puede hacer sentir en la cima al ser correspondido o en el más profundo de los pozos si eres rechazado.

Extiende sus manos hasta mi cara y acaricia lentamente mis mejillas al mismo tiempo que acerca su rostro al mío, siento su respiración sobre mí y ruego porque sus labios se fusionen con los míos en un beso tan profundo y perfecto, que no exista nada más en el mundo, después de ello, roza mis labios con los suyos y sonríe nuevamente pues es evidente mi ansiedad por probar su saliva, su hermosa lengüita rosa se asoma entre sus labios y acaricia lentamente mi labio superior, siento aquello y me estremezco un poco, tratando de decirle lo que estoy sintiendo y como me hace feliz poder estar de esa forma con ella, sin embargo ella me lo impide al besarme apasionadamente, muerde mis labios y juega con mi lengua, recorre todo el interior de mi boca y la combinación de su saliva con la mía, hacen una reacción perfecta, tal como si hubiéramos sido el uno para el otro, sus manos juegan con mi espalda, con mi cuello y mi cara, al mismo tiempo jala mi cabello y yo hago lo propia con el cuerpo de ella, siento que la temperatura sube y empezamos a jugar en otro nivel, no puedo creer lo que sucede y mientras nos recostamos sobre la luna, nos vamos despojando de nuestras ropas, su piel es tan suave, tersa y rica, expide un aroma tan único que nadie más podría compararse en exquisitez, nuestros cuerpos desnudos se reconocen y se unen entre perfectos movimientos, ritmos, compases y gemidos, es tan placentero y rico que el sudor se hace presente, probamos tantas cosas e intentamos hacer que el otro se sienta tan especial, que sin duda logramos llegar a la compaginación total.