EL MOTOR DEL MUNDO

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...existe una fuerza tan poderosa,

tan única e irrepetible,

que muchos desconocen su poder,

por ello no la catalogan como lo que es...


Lo sé, mucho se ha hablado de lo que nos mueve en realidad, la mayoría podría llegar a pensar que se trata únicamente del poder monetario, el cuanto tiene, mueve o posee cada persona, convirtiéndolos en seres única y exclusivamente materialistas o como los conocemos en mi rama, aquellas personas consumistas que únicamente se valoran por lo que se ponen, lo que lucen o por medio de que se transportan, las marcas, eso que le da un nombre, un nivel y al mismo tiempo una posición social a quien las utiliza, sin darse cuenta de que en realidad solo es una marca más, el hecho de creer que lo necesitamos porque acaba de salir o porque es un número más arriba de lo que teníamos, es lo que nos hace más pobres en esencia, dándole importancia a lo que no la tiene, haciendo de lado lo que de verdad nos da la vida.

Cuantas veces te has visto envuelto en millones de trabajos y horas perdidas creyendo que vale la pena, pues al final de ello, tendrás unos cientos o miles de pesos, dólares, euros, libras, yenes, etc. Mas y sin querer o con plena conciencia de lo que pasa, haces a un lado a tu familia, a tus amigos, a tu mascota e incluso a aquella persona especial que hace que tus días se iluminen, cuantas veces te has visto envuelto por una enorme masa gris que no te permite salir aun cuando millones de colores te rodean y no me refiero a cuando trabajas por tus sueños, pues eso es algo diferente y aún más complicado, porque en ello es justamente en donde entra el verdadero motor del mundo, el mundo no se gira tras el sonido de una moneda cayendo sobre el concreto, ni mucho menos con el movimiento de una tela finísima rozando tu cuerpo, el mundo se mueve al ritmo de los latidos con los que tu corazón reacciona a cierto estimulo, ese latido primario de un pequeño bebe naciendo, llegando por fin a este mundo y aun antes que eso, formándose en el interior de su madre, en el último latido de un alma en pena o de una persona o ser que se despide de la tierra en la que ha habitado por mucho o poco tiempo, en el latido de una madre emocionada en un encuentro de sentimientos al ver a su pequeño creciendo, en esa partida al kínder, a la primaria, secundaria, preparatoria, universidad, cuando se casa y se va de casa y que casualmente es el mismo latir que siente cada vez que se va, tras una visita, el latido de un padre orgulloso al ver a su hijo realizado o a su hija completamente contenta tras lograr todo lo que quiso, el latido de dos niños pequeños sintiendo aquellas cosquillas que más tarde se definirán como un primer amor, el latido del primer beso, el aceleramiento en la tierra por los nervios al decirle a aquel chico o chica lo que sientes.

Se mueve al latido constante de un hombre y una mujer enamorados, a ese latido acelerado tras la primera vez en la intimidad, al aún más acelerado latido de una petición de matrimonio, a ese latido de saber que seremos padres y aún más a aquel cuando se ve como padre todo aquello que viviste como niño, pues esto es lo único que mueve al mundo en realidad, esto es lo que más vale, el amor, pues aunque suene trillado y tonto para algunos, esto es lo único que hace que el mundo siga, que cada día se ilumine y pase rápido y muy a gusto, que se inunde de sonrisas y ante todo, que valga la pena, pues este existe alrededor del mundo en muchas formas, pues tus padres te aman, tus hermanos, abuelos, familiares, amigos, mascotas, pareja, hijos y demás te brindaran amor a cada instante y eso, es lo que vale y lo que te debe mantener en movimiento constante, para lograr de cualquier forma conseguir lo que uno desea.

Así que no te confundas, no creas que aquel dinero que brilla y te tienta, que solo te sirve para alimentar el consumismo y tu vanidad te desvíen de lo que de verdad es importante, de esos seres que te acompañan día tras día y que aun cuando no estés al cien don ellos, seguirán esperándote y amándote como lo han hecho siempre, no detengas tus latidos, pues ellos rigen cuanto el mundo se mueve para ti.

FragmentosWhere stories live. Discover now