CUANDO LAS NUBES DEVOREN EL CIELO

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...no se trataba de otra cosa,

solo era la lluvia que se aproximaba,

pero mientras nos cubría,

el amor en nosotros crecía ...


"Fragmento de la novela: Creador De Relatos Romanticos, colección: Pensando En Ti..."


Nosotros caminábamos tranquilamente por las calles de la ciudad, tomados de la mano y mirando a los lados tratando de encontrar más cosas para reírnos, compartíamos tanto juntos que en realidad parecía que solo éramos una sola persona, ella me había enamorado por completo con su forma de ser, con esa manera de pensar, con el carácter que tenía y con su físico, era realmente perfecta para mí y casi siempre me preguntaba la razón por la cual ella se había enamorado de mí, a decir verdad, siempre me había considerado una persona mala o en todo caso, no valorable, mi carácter era terriblemente malo, explosivo y contradictorio, aunque con ella, solamente me importaba sonreír, pues ni siquiera en los momentos en donde ella buscaba que peleáramos, prefería hacerla reír para que lo olvidara y continuáramos con lo demás, mi físico no era algo grato para mí, ella siempre decía que le parecía guapo y se esforzaba por convencerme de ello, pero en realidad, yo siempre me había considerado de ese mismo modo, sin mencionar mi sobrepeso o los múltiples defectos que saltaban simplemente a la vista de quien fuera que estuviera cerca de mí, así que como lo dije, no sabía la razón y por más que se lo preguntaba, nunca me daba una respuesta certera, pero eso no importaba, lo que realmente me alegraba era saber que estaba a mi lado y que así era como lo quería ella.

Mientras caminábamos por el centro del parque, rodeado por las hojas que comenzaban a caer gracias al viento que soplaba fuertemente, yo la giraba de frente a mí, protegiéndola del polvo entre mis brazos, aprovechaba dicho momento para poder besarla y recordarle justo todo aquello que me hacía sentir, eso que despertaba en mí y que sin duda no cambiaría por nada en el mundo, ella me miraba fijo mientras se sonrojaba por mis palabras y escondía su barbilla presionando su rostro contra de mi hombro, nos manteníamos así por todo aquel tiempo que el viento resoplaba, una vez terminaba, continuábamos caminando sin ninguna preocupación, aun cuando las parejas pasaran a nuestro lado corriendo agitados pues la lluvia se aproximaba lentamente, el cielo comenzaba a mostrarse blanco por las nubes que se colocaban en el sitio indicado para darnos un baño frio y preciso.

Mi amada novia me miraba atenta mientras nos recargábamos contra un barandal de las escaleras de un paso peatonal, era casi como si quisiera descifrar lo que estaba pensando, pero eso sería imposible, entonces volteo un poco los ojos hacia ella y al percatarse, se sonroja nuevamente preguntándome que pasa, así que le digo que justamente es eso lo que me pregunto y ella entrando en el juego de palabras, me dice: ¿Por qué esta el cielo de esa forma?, lógicamente ella sabía que era por la lluvia que no tardaba en caer sobre la ciudad, pero algo en su voz, en sus ojos y en su forma de preguntar, me hizo darme cuenta de que quería una de esas respuestas que por lo general le molestaban por cursis y melosas, así que le respondí seriamente: "porque va a llover..." ella pone ojos de huevo tibio mirando al cielo mientras da media vuelta para caminar un poco lejos de mí, pero no se lo permito, la tomo del brazo y jalándola delicadamente la pongo contra de mi pecho de espaldas, la rodeo perfectamente con mis brazos por la altura de la cintura y coloco mi cabeza sobre de su hombro, le doy un pequeño beso en la mejilla, otro en la oreja y uno más en el cuello, ella da un bufido pues se ha molestado conmigo y tras poner carita de enojada, gira su rostro hacia el otro lado, escucho claramente cuando dice entre dientes: "Te quiero tonto...", sonrió y le digo al oído, yo te quiero a ti y mucho, se sonroja nuevamente y cerrando los ojos trata de ignorarme, entonces le pregunto: ¿Quieres saber porque se ha puesto de ese modo el cielo?..." y no obtengo respuesta, mas insisto al golpear con mi barbilla delicadamente su hombro, "te estoy hablando amor", ella sigue ignorándome, "está bien, parece ser que no me escuchas, aun así te lo diré", no quiero saber nada es su respuesta pues aún está molesta, "entonces te contare una historia...", para molestarme comienza a hacer ruidos con su boca: "blah, blah, blah, blah...", pero no me detengo, sé que en el momento indicado y cuando diga algo que le interese, se detendrá y comenzara a escuchar lo que estoy diciéndole, aquello que le cuento con gusto y cariño, que como bien sabe ella, es una historia fantástica inventada en ese instante para ella...

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