FANTASMAS DE UN AMOR

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...cuanto silencio se guarda,

en las palabras pronunciadas,

por un corazón dañado,

al entender que te vas ...


Después de aquel adiós que pronunciamos mutuamente al perseguir nuestros sueños y darnos cuenta de que en realidad nuestros caminos eran diferente, ambos decidimos solo partir, dándonos la espalda y esperando de manera certera, el momento de reencontrarnos, de volver a vernos a los ojos y en un acto de seriedad y discreción, poder entender con solo la mirada que aún existía algo entre los dos.

El día de hoy las lágrimas se han secado o tal vez sea que mis ojos las han dejado de producir, puedo decir con toda la seriedad y tristeza que a pesar de que ese día me di media vuelta y opte por dejarte ir con la seguridad de que era lo mejor para ti, mi corazón se mantuvo en pedazos y vacío, me aleje de la gente por completo y me encerré tras las paredes de cada sitio al que iba, no podía pensar en nada más que en lo que sucedía con tu vida, en si estabas bien, en si me recordabas o al menos en un vago flechazo de memoria, pensabas en mí, en si mi nombre regresaba a tu cabeza y como a mí, me partía el alma arrodillándome ante el suelo y dejando caer mares de lágrimas que solo yo entendía porque.

Aquellas personas que eran allegadas a mí y me conocían de verdad se preocupaban por lo que pasaba, siempre me decían lo mismo, una tras otra vez escuchar aquel sermón de que en la vida, lo más importante no era el dinero, las propiedades o la posición social, sino aquello que nos llenaba, la familia, la pareja y el amor, aseguraba una y otra vez que me encontraba de lo mejor, que no sucedía nada y les mostraba una sonrisa tan vacía como las palabras que brotaban de mí en aquel momento que me preguntaban por ti, nunca supe responder de la manera correcta, cada vez que mencionaban tu nombre, solo podía decir que estabas en busca de tus sueños y que eso, sin duda era lo mejor, aunque por dentro me moría al siquiera pensar ¿Por qué no soy parte de sus sueños? ¿Por qué no ha venido aun por mí? ¿Por qué ni siquiera me ha escrito o llamado?

No había más que decir, me presente ante un psicólogo que aseguraba poder ayudarme, que según él y todos mis conocidos, era el mejor para borrar de mi mente lo que yo quisiera eliminar, fue allí donde me di cuenta de lo bueno que soy incluso para mentirle a quien no me conoce, a pesar de todos sus exámenes de experto y conocedor, logre convencerlo de que yo estaba bien, de que no existía nada en mi interior que me hiciera infeliz, pero no es que no pudiera sacarlo de mí, era más bien que no quería que se desprendiera de mi esa parte, aun hoy después de tanto tiempo, puedo decir que espero por tu regreso, por toparnos y que me abraces con un beso, no lo sé, solo puede ser que me sienta culpable si te olvido y tú no lo has hecho.

Así saliendo a caminar por las calles nevadas de la ciudad, tras años de no estar en mi lugar de nacimiento, por fin he vuelto, me topo con viejas amistades de frente y estas inevitablemente y sin ninguna intención de ofender o molestar, solo hacen la pregunta obligada, ¿Y "su nombre de ella"? no los culpo en realidad, después de todo salimos al mismo tiempo de la ciudad, nos vimos por última vez al subir al tren claro que tu ibas hacia el sur y yo hacia el norte, probablemente la mayoría pensó que nos habíamos fugado juntos, no sería raro, la mayoría de los chicos de nuestra edad lo hacían, ahora bien, en mi mente solo navega aquella estúpida idea que debió de haber llegado hace algún tiempo, ¿Por qué no me fugue contigo? ¿Por qué rayos tenía que hacerme el maduro y salir en busca de mis sueños?, pero bueno, no como que me arrepienta de haber logrado lo que logre, de una u otra forma, lo conseguí, y aclarando que efectivamente parte de mi sueño dorado era lograr justo lo que logre, pero estando con ella, caminando de la mano al atardecer, perfilarnos ante un beso romántico sobre algún puente y en ese instante todos se dieran cuenta de la próxima llegada del fruto de nuestro amor, no lo sé, tal vez llegar a viejos y caminando alrededor del parque, ver a las nuevas generaciones besándose o solo abrazándose y recordando aquellos bellos momentos en los que estábamos jóvenes.

FragmentosWhere stories live. Discover now