JACK WILD

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...en un sitio pos-apocalíptico,

el poder no les pertenece

a las autoridades típicas,

sino que pasa a quien puede,

simplemente controlar todo...


"Fragmento de la novela: Fama De Miedo, colección: ANTI-Heroes..."


Toda la gente se encontraba completamente quieta, en un silencio total, parecía que nadie quería moverse ni parpadear, incluso el respirar se convertía en algo peligroso para ellos, pues sabían que, si él los escuchaba, algo malo pasaría de inmediato, aun recordaban lo que le sucedió al último que lo hizo enojar, ese restaurante era su favorito y por lo general se encontraba allí todo el día, no tenía otra cosa que hacer y a menos que hubiera algún tipo que necesitara una paliza o que le enseñaran que no deben meterse con él, aquel tipo salvaje no se iría de allí, día tras día llegaba y se sentaba en el mismo lugar, cuando él se presentaba, el segundo piso del sitio se cerraba por completo al público, era exclusivamente para la "Rata Mc Lord", todos estaban obligados a bajar de inmediato, dejando su comida, bebidas y pertenencias para que el hiciera uso de lo que quisiera, alguna vez alguien intento oponerse, pues decía que quienes estaban allí eran muchos más de lo que el seria en algún momento, convenció a algunos con sus palabras valientes, mas tristemente al intentar defenderse de sus abusos, fueron golpeados, humillados y muertos frente a todos los que lo contemplaban, incluso había usado unas palabras que resonaron en los oídos de todos y quienes las escucharon se encargaron de pasar la voz, con conocidos y demás personas, pues había sido claro y conciso:

"este sitio, así como toda la plebe que se atreve a vivir aquí, me pertenecen, todos ustedes son míos y no pueden hacer nada más que lo que yo les ordene, pobre del que quiera salir de aquí o se atreva a quejarse de mi forma de actuar con ustedes, pues me permito mencionarles, que con estos granujas envalentonados, he sido piadoso y misericordioso, a quien se atreva una vez más a si quiera, levantar la mirada para observarme sin que yo se lo ordene, conocerá mi verdadera ira y deseara estar muerto para cuando acabe con él, pues claramente no les daré una salida tan fácil de entre mis manos, se convertirá en mi juguete personal y hare con el todo lo que quiera a la vista de todos, para que de este modo se den cuenta de que no juego con ustedes, tengan cuidado y yo, su señor Mc Lord los tendré bajo mi cuidado y protección, ahora guarden silencio y nadie se atreva a mover ni un pelo, pues estoy de malas y no querrán provocarme..."

Esas palabras aun cuando parecieran ser una broma de mal gusto o algo exageradas, realmente se impregnaron en la gente, haciendo que estos simplemente se resignaran a no actuar de ninguna forma para poder mantenerse con vida, pues como la mayoría de ellos decía, "no seremos libres, pero al menos estamos vivos..." y eso le agradaba a "La Rata", pero todo cambiaria en un abrir y cerrar de ojos, nadie esperaba lo que estaba a punto de pasar y pues claramente, nadie imaginaba que existieran peores personas de lo que ellos tenían como "Granuja de la ciudad", aun cuando habían escuchado rumores de muchos otros que lideraban las zonas de mayor interés y algunos que solo les gustaba controlar lo poco que tuvieran a su alcance, jamás pensaron que verían aquel día...

Como dije todos se encontraban en total calma, la ciudad se paralizaba casi tan pronto como el abría los ojos después de despertar de su largo sueño de tranquilizarían, por lo general no había personas que se movieran de una localidad a otra, pues como he mencionado, todos tenían a controladores bastantes estrictos que se sentían más, siempre y cuando tuvieran a más personas dentro de su régimen, pero este día, mientras "La Rata" despertaba de mal humor para variar, una chica se atrevió a entrar al pueblo, dicha chica no tenía pinta de ser alguien malo, solamente era una chica linda, muy hermosa y joven, con una sonrisa de ángel y unos ojos gigantescos y brillantes de color marrón, llevaba consigo unos tenis blancos, que era realmente increíble en esos tiempos, pues la tierra, el polvo y mucha más mugre así como sangre, dominaban las calles, un pants cómodo y una playera roja con negro que decía claramente: "The Devil...", por lógica nadie creería que se trataba realmente de un diablo, sino más bien se llegó a pensar que era una forastera que estaba perdida y buscaba ayuda, desafortunada ella que vino a parar a estos lugares y con este tipo que solo la miraba como un pedazo de carne.

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