Fragmentos

LA CHICA DEL VIOLÍN

...la música es su lenguaje,

se comunica con quien quiere

y a donde sea que este,

solo quien la comprenda de verdad,

se convertirá en su amor, en su realidad...

El mundo estaba lleno de silencio, una armonía imperfecta, no por problemas, sino porque la gente estaba atada a los malos entendidos, sin una forma real de transmitir lo que se quería, las confusiones estaban a pedir de boca, cada quien se expresaba de una manera distinta, por supuesto que esto sin molestar a nadie, sin emitir sonido alguno, había quien escribía todo para que los demás le entendieran, sin embargo, tras este acto, comenzó la escases de papel, los árboles y sus especies se convertían en un mito, por lo que se dictó que se dejaría de fabricar papel, así comenzó la era de quienes hablaban en lenguaje de sordo mudos, pero como podrán imaginar, no todos comprendían dicho lenguaje, básicamente porque cada quien inventaba e interpretaba señales y significados para sus señales, otros actuaban sus mensajes como mimos y los más arriesgados lo hacían mediante danza interpretativa, mas como siempre ha sucedido, el arte es algo abstracto y cada quien lo toma a su manera, supongo de allí nació eso de "una imagen vale más que mil palabras".

Las cosas no mejoraban para las personas y los métodos de comunicación cada vez eran más extraños y difíciles tanto de aprender como de interpretar, así que comenzaron a existir personas que preferían quedarse calladas y acatarse a lo que fuera que entendían, pero del mismo modo al no poder hablar o hacer algún tipo de ruido, tampoco existían las peleas o discusiones, tristemente nos convertimos en una especie conformista con lo que hacían los demás, pero al mismo tiempo trabajadora, pues al darnos cuenta de que nadie mejor que nosotros mismos nos entendíamos, empezamos a hacer las cosas con nuestras propias manos, cada quien se ocupaba de lo suyo y sin más, no molestaba a nadie, las relaciones que comenzaban eran extrañas, pues si de por si al hablarse mutuamente, a veces los novios no se entienden, sin hablarse mucho menos, no niego que el amor realmente seguía existiendo, pero aquellas personas que mandaban señales confusas, terminaban perdiendo a sus amistades al no entenderse adecuadamente.

La vida fue así por años y nadie parecía quejarse, los lenguajes dejaron de ser por países y comenzaron a manejarse por casas o familias, en donde solo algunos entendían lo que se trataban de decir entre ellos mismos, a pesar de ser algo complicado, parecía de verdad funcionar para la paz y armonía de los sitios, esto siguió así hasta aquel día, ese domingo las familias acostumbraban a salir por las calles y rodear el centro caminando con mucha educación, saludando al resto de vecinos y sonriendo para demostrar de cierta forma, la armonía en la que se vivía, todos usaban sus mejores galas y en cierto momento del paseo, se quedaban de pie mirando la puesta de sol, todos admirados por aquel exquisito instante brindado por la naturaleza, no había absolutamente nadie en casa, todos estaban en las calles del poblado, dicho lugar se llamaba Paceful Village y se trataba de uno de los principales precursores de dicho movimiento de silencio, todo en este domingo parecía normal, lo habitual y tan pronto se acercaba la puesta de sol, todos se colocaban listos para mirarla al igual que cada semana, pero esta vez algo extraño paso, mientras el sol caía por la línea del horizonte, una hermosa tonada sonó, una melodía única que recorrió en cuestión de segundos los oídos de todos los habitantes, las calles, las casas y cada recóndito rincón del poblado, la gente sorprendida tuvo reacciones diversas, los más ancianos parecían recordar aquel sonido de cuando aún se permitían dichas cosas, disfrutando del sonido sabían que se trataba de un violín tocado de la más dulce forma, en una canción hermosa que era reconocida, dicho sonido los hizo sonreír y cerrar sus ojos en un suspiro por los recuerdos del pasado, los de mediana edad quedaron perplejos, no sabían de qué se trataba con exactitud, mas no se disgustaron del todo, ese sonido era para algunos de ellos exquisito aunque para el resto una muestra de falta de respeto a las normas establecidas, algunos sonreían, otros lloraban, algunos más molestos tapaban sus oídos y algunos ni siquiera lo tomaban en cuenta, simplemente lo ignoraban y fingían que no estaba pasando, después de todo, el quejarse en ese instante seria casi igual que estar siendo el responsable de dicho sonido, a diferencia de estas reacciones, los más jóvenes taparon de inmediato sus oídos con los dedos, pues ellos nunca antes habían escuchado un sonido ni por error, pensaron que se trataba de un tipo de castigo por algún incumplimiento o una mala acción y prefirieron tirarse sobre el piso boca abajo y tapar sus oídos al tiempo que cerraban sus ojos.