12 - Tan poco estuvimos inconscientes?

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La celda en la que desperté era oscura. Demasiado oscura. Tan oscura como sería el interior de un termo hermético para agua. También, dentro, hacía bastante frío. Y para colmo de males, el cosquilleo que sentía algunas veces había vuelto, y de qué manera. Esta vez era en todo el cuerpo. Se sentía como cuando a uno se le duerme una pierna, o un brazo. Pero se sentía extraño, como si fuera una capa o una película de algo que abrazaba mi cuerpo y provocaba esa sensación.

De nuevo, como había hecho aquella vez en la cueva luego de hacerme el muerto, intenté agarrar eso que sentía. Y lo logré. Se sentía como cuando agarraba luz, pero al mismo tiempo era totalmente lo contrario. Como con la luz, le intenté dar forma, pensando en un martillo, para poder destruir la cárcel en la que me tenían atrapado. Luego de unos segundos de concentración, sentí que estaba agarrando algo pesado, pero que podía levantar y mover con un poco de fuerza.

Moví lo que tenía entre mis manos y lo estrellé con potencia contra la pared. Luego me acerqué al lugar del golpe y lo toqué. No había hecho nada.

La primera vez que había estrellado un arma de luz contra la pared en el entrenamiento antes de venir al laboratorio, hubo una pequeña explosión que por suerte no había tirado el edificio en construcción. Supuse que lo que había formado en mis manos debía de tener alguna propiedad parecida -después de todo casi tenía la certeza de que había dado forma a la oscuridad-. Era eso posible? Yo suponía que cuando formaba algo con luz le hacía algo a los fotones, pero la oscuridad no era luz, sino la falta de la misma. Así que, técnicamente, la oscuridad estaba hecha de nada. Pero eso alguna vez fue estudiado? Considerando que la oscuridad no se ve, cómo se estudiaría? Para investigarlo necesitaríamos verlo, y eso era imposible. Decidí quedarme con la duda y golpear de nuevo.

Otra pared, otra más, y la última. Y nada pasaba. Era una ilusión el que sostenía algo en mis manos? Pensar en eso me dió una idea para luego. Decidí intentar algo diferente. Golpeé el techo. Pero resultó tampoco ser una cárcel cavada en el suelo como una pileta. Entonces se me ocurrió que la podrían haber cavado en el techo. Así que tomé el martillo y golpeé el suelo, con resultado satisfactorio.

En realidad, no fué tan satisfactorio porque me caí. Y, para colmo, habían puesto la celda encima de la de uno de los mutos gordos y violetas. Cuando caí, mi martillo -que era de un color más negro que el mismo negro y al que parecía que le salía una niebla oscura- lo golpeó en la cabeza con la fuerza de la gravedad. Y eso sólo lo molestó.

-Blaaaaargh! -rugió el monstruo e intentó levantarse.

Pero era demasiado pesado y no pudo ni siquiera elevarse dos centímetros. Aproveché su torpeza para pegarle otro martillazo. Pero, como antes, sólo me miró con su cabeza pequeña -comparada con el resto del cuerpo, claro está- e hizo una mueca de desagrado.

Supuse que debería lastimarlo con algo puntiagudo o filoso, porque parecía resistir los golpes perfectamente. Deformé mi martillo y formé una espada. Pero luego me arrepentí. ¿Qué le haría esta espada de oscuridad?¿Qué "efecto" tendría?

Pero el muto descubrió cómo moverse y no tuve tiempo para formar una espada de luz, así que tuve que rezar que no lo matara.

Lástima que yo no era religioso, así que mi rezo lo debe haber escuchado quién sabe quién, si es que lo escuchó alguien. En cuanto el gordo comenzó a girar hacia mi, me di cuenta de que esquivarlo en la celda en la que el muto violeta se encontraba era prácticamente imposible porque su ocupante, como bien dice la palabra, la ocupaba muy bien. Rodó a una velocidad imposible de alcanzar en un espacio tan pequeño que no me quedó otra que atacarlo con la espada oscura.

El filo del arma atravesó la piel gruesa del muto como si fuera manteca. El corte, luego de que retiré la espada y yo y el muto observamos bien la herida -porque el gordo se había detenido ni bien lo corté-, no se veía muy bien. Las partes que había tocado la espada se habían puesto negras como el carbón. Luego de un segundo, esa oscuridad comenzó a extenderse por todo el gran cuerpo violeta. Y después de alrededor de un minuto en el que el muto gritó mas agudo que antes, la mancha oscura cubrió todo el cuerpo y el muto gigante se convirtió en un líquido negro y viscoso.

Dark LightWhere stories live. Discover now