Dark Light

61 - Con suerte puedo volver

-¡La guerra ha finalizado!

El fuerte grito de un interactor me despertó de un susto. Me había quedado dormida en el suelo luego de la batalla y ahora me encontraba encima de un suelo de madera. Estaba un poco mareada y me dolía la herida del flechazo.

Parecía ser de día y hacía bastante calor. El mundo estaba más iluminado que de costumbre.

-¡El reino de Etnod, en su primera participación, se lleva la victoria!

Me senté en el piso y miré a mi alrededor con ojos entrecerrados. Era un alivio haber podido salir victoriosos. A mi alrededor pude ver a gente de mi ejército. Un médico me trataba la pierna.

-Buenos días, Neo -me saludó Lukilan con una sonrisa-. Ganamos.

Sonreí yo también.

-Estuvo divertido -admití.

Me quise levantar, pero el médico me dijo que no, que dejara mi pierna quieta.

-¿Y ahora qué? -le pregunté al príncipe de mi país.

-Qué se yo -levantó los hombros-. Habrá que volver a matar bichos, supongo.

Suspiré y volví a acostarme en el piso. Pensé en la pelea.

-Tengo que encontrar a Brian -dije a nadie en particular.

-¿A quién? -Lukilan se sentó a mi lado.

-¿Recuerdas en los primeros días del juego, cuando un hechicero volador voló en pedazos un ejército entero? -le pregunté.

-Sí -hizo memoria-. Ese día te fuiste emocionada y volviste más cansada que cualquier otro día. ¿A ése quieres que busque?

-Si me haces el favor, por favor -le pedí-. Es rubio y estaba vestido de color oscuro.

Me quedé acostada mirando el techo de este piso mientras el médico me decía que espere, que se iba a buscar a un hechicero.

El cansancio y el mareo ya se me habían pasado y me había entrado hambre y sed. Como no me podía mover, tuve que quedarme así hasta que pasó un soldado y me trajo un poco de agua.

Al rato, cuando el médico ya había vuelto con un hechicero y mi pierna empezaba a lucir mejor, Lukilan llegó hablando con Brian. Cuando lo vi, sonreí. Junto con Nicole y Atenea, no los veía desde esa dimensión en la que terminamos en una escuela dentro del Aconcagua.

-¿En serio eres tu, Athan? -preguntó cuando me vio, un poco más femenina de lo q esperaba.

-Sí, sorprendentemente -respondí-. En verdad Elias hizo un trabajo interesante.

-¿Elias te transformó? -preguntó sorprendido mientras se sentaba a mi lado.

-Sip. Se lo pedí yo.

Me miró con curiosidad.

-Fue para salvar a mi hermana -alclaré.

-Si tú dices -respondió sonriendo.

-¡Oye! -le golpeé el brazo y se largó a reir-. Eres un inútil.

Lukilan se había quedado parado al lado nuestro.

-No entiendo nada -dijo.

Estábamos hablando en inglés, así que era normal.

-Si necesitas algo más me dices -dijo el príncipe mientras se iba-. Xyala está intentando entrar a saludarte.

-¿Ése es el príncipe de Etnod? -me preguntó Brian.

-Y yo la princesa -le respondí.

Se largó a reir nuevamente.