15 - Busquen cosas fuera de lo normal

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Yo esperaba en algún momento, preferiblemente cuando supieramos algo de Lab-TECH, contactarme con Sombra. No al revés. El mensaje me llegó en la mañana.

Athan -decía-, necesito ayuda. Es una ayuda simple, no te preocupes. Necesito que me ayudes con algo que parece más tu tema que el mío. Ha habido un robo y un amigo mío, detective policial, está intentando averiguar qué cuernos pasó, pero es tan extraño que no llega a ninguna conclusión. Me gustaría que le dieras una mano. Te espera enfrente del hospital Brow a las 20. Puedes ir acompañado, si quieres. Gracias.

En la librería, le pregunté a Agustín si quería venir.

-Agus. Un amigo de mi padre -le mentí- es detective. Dice que si quiero puedo ver como resuelve un caso. Me dijo que puedo llevar a un amigo -le dije-. Vos querías ser policía, verdad? Quieres venir.

-Bueno -asintió-. Igual no tenía nada planeado para esta tarde.

Salí con Agustín del negocio y pasé por mi casa a buscar a Lisbeth, que también quería venir. Ella seguía igual que antes de su secuestro, excepto porque ahora era Atenea 2.0 pero rubia. Había estado entrenando con ella ya un montón de horas. Atenea había dicho que ya no quería seguir siendo secuestrada y que la llamemos cuando encontráramos al líder, ya que solo allí nos ayudaría. Al menos había estado entrenando a su sucesora.

Nicole ya estaba buscando casa y Artemisa la estaba ayudando, así que ninguna podía venir. Elias estaba haciendo quién sabe qué y Brian tenía entrenamiento de fútbol.

Maldije internamente al recordar que la semana siguiente tendría que volver a estudiar mis seis horas semanales de español. Esperaba que al menos para la semana siguiente Artemisa ya se haya mudado y podría dejar la librería.

-Athan -me llamó la atención mi hermana-. Ya llegamos.

Ni siquiera me había dado cuenta de que habíamos llegado al hospital. Busqué con la mirada al detective. Luego de que le respondí a Sombra, me mandó una descripción de su amigo.

-Buscamos a un hombre rubio -les dije a mis acompañantes-, bajo y rellenito, como diría Obélix.

-Quién es O...? -empezó a preguntar Lisbeth, pero Agustín la interrumpió.

-Allí está -señaló.

Nos acercamos al detective. En cuanto nos vió, sonrió y vino hacia nosotros.

-Hola, hola -saludó, estrechándonos las manos a cada uno-. Athan! -exclamó-. Cuanto tiempo sin verte!

Esa era otra de las cosas que habíamos quedado con Sombra. Para Agustín, el era el amigo de mi padre, así que el detective tenía que fingir eso.

-Vengan, vengan -nos animó-. Un caso extraño este.

Mientras entrábamos al hospital, nos contó de qué iba la cosa.

-Un robo -explicó con aire misterioso-. Se robaron un equipo de IRM.

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Dark LightWhere stories live. Discover now