59 - Voy

16 3 0
                                    

La pelea no tardó mucho en empezar. Parece que Brian no tenía muchas ganas de charlar. De un momento para el otro sentí cómo aumentaba la gravedad y me empujaba hacia abajo.

Mi técnica de no materializarme completamente había funcionado bastante bien. Sentía la gravedad aumentada, dolor de cabeza, el estómago revuelto y los músculos tirantes, pero no había muerto aplastada contra el suelo como puré.

Solté el aire que inconscientemente había estado reteniendo por nervios de que no funcionara y morirme por primera vez en mi vida. Comencé a respirar más pausadamente.

-Eso es nuevo -dijo sorprendido Brian en inglés-. Dios, qué raro se siente no hablar en español.

Yo llevaba unos años enseñándole a Xyala así que me vino bien para no perder la práctica. Lo que me resultaba raro era que Brian se haya quedado quieto luego de aumentar la gravedad. Parecía no estar haciendo nada y sólo me miraba serio.

Me lancé a la velocidad de la luz para intentar cortarlo con una técnica parecida a una del iaijutsu samurai, pero lo atravesé como si fuera Nicole.

En el apuro por el ataque había perdido concentración y me habia desmaterializado más de lo debido. No podría matarlo si no lograba tocarlo.

-Ups -dije.

Brian, en cambio, se quedó callado, todavia serio. Se me hacía extraño no verlo haciendo ni diciendo estupideces.

-Oye, ¿estás bien? -le pregunté.

-Más o menos -dijo-. Hace unos días se murió una persona querida para mi. La echo un poco de menos.

-Qué lastima.

-Mhm.

A esta altura yo ya estaba lo suficientemente concentrada como para otro ataque. Me centré en materializar mi espada todo lo posible sin hacerla muy pesada. La presión gravitatoria era cada vez más fuerte y la sensación me hacía acordar al veneno de un bicho asqueroso. Además, me dolían los oídos. Pero podría haber sido peor.

Con un impulso lumínico cargué hacia adelante. Cuando mi espada estaba a punto de tocarlo a unos centímetros de él, rebotó como si fuera afectada con un imán. La lonsadleíta no tenía carga magnética, así que probablemente rebotó por alguna artimaña de Brian con la gravedad a su alrededor.

El rebote me hizo perder el equilibrio y salí rodando por el piso. Mi espada no iba a servir de mucho contra su campo defensivo. La envainé en mi espalda.

-Que raro que no se te haya ocurrido eso antes -le dije cuando volví a estabilizarme.

Por algún motivo, Brian no estaba huyendo. Su gravedad no me afectaba lo suficiente como para vencerme y tarde o temprano yo iba a poder romper su defensa. Casi seguro le quedaba algún truco.

-La verdad es que sí -respondió él-. Habría venido muy bien en aquellas peleas contra los mutos en la cárcel.

Lo más rápido que pude formé una espada de luz y volví a lanzarme hacia él. En el medio del camino (que eran alrededor de setenta metros) clavé la espada en el piso y me detuve lo más rápido que pude. Si no hubiera llevado la armadura que me había dado mi maestro Taro, me habría quedado sin botas por la fricción.

Cerca del rubio había una zona en el aire en el que persentíbuna especie de fina lámina. Brian me miró sorprendido.

-No esperaba que te dieras cuenta.

De un momento para otro empezó a generar muchas de ellas en todas partes alrededor mío. Al mismo tiempo comenzó a volar y a alejarse, todavía mirando hacia donde estaba yo para no errar ninguno de sus ataques.

Dark LightWhere stories live. Discover now