18 - Si te protegemos de qué?

118 8 0
                                    

-Comienza por activar el bloqueo -le dijo A a B, que corrió a una computadora.

-Brian -le susurré-, no lo dejes activar el bloqueo. Sea lo que sea eso.

Brian hizo que la computadora quedara tan plana como un papel. En ese momento, B, mirando alrededor, presionó un botón que estaba al lado de la computadora.

-Bloqueo activado -le informó B a A-. Siguiente paso?

La mujer leía un papel impreso a toda velocidad. Formé una bola de oscuridad y se la lancé al papel, que se desintegró.

-Libéralos y agarra el plan de escape, B.

-Ahora -dijo Elias y los tres nos lanzamos hacia las dos personas, pero algo cayó delante mío, algo redondo y que tenía un gran parecido con una granada (la fruta, obviamente).

La granada explotó con un sonido extraño y cubrió todo de humo. Corrí hacia donde persentí a una persona y la tacleé.

-C, apúrate! -gritó alguien que con mi gran poder de deducción identifiqué como "D" antes de saber quién era.

Se escuchó otra explosión aún más fuerte.

-Vámonos! B, dónde estás?

B, a quien yo había tumbado, intentó zafarse de mi agarre, pero no lo logró.

-Dejamos a B atrás! Fuera!

Persentí cómo tres personas se escapaban por una puerta que luego se cerraba. El humo se fue disipando. B dejó de forcejear y lo observé mejor.

Era más flaco de lo que me había parecido y llevaba anteojos que se le habían caído cuando lo había tumbado. Debía medir lo mismo que Michelle, a la que yo le llevaba una cabeza. Recordé que tenía planeado ir al cine con ella al día siguiente.

-Athan! -Brian se acercó corriendo-. Qué fue eso que hiciste, eso negro?

-Fue... No importa -dije-. Olvídenlo. O, al menos, no le digan a los otros

-En serio, Athan -siguió Brian-. No parece ser algo que no importe.

-Mató a alguien! Osea, esa cosa, sea lo que sea que haga, mató a alguien -me quejé-. Lo que quiere decir que yo maté a alguien.

En ese momento me puse a llorar. No era un buen momento para romperse, pero mis últimas dos semanas me golpearon al mismo tiempo.

-Oye, Athan. Tranquilízate -Elias agarró a B y incitó a Brian a seguir hablando-. Tú eres mejor consolando, rubio.

-Mira, Athan -me puso una mano en el hombro-. No fue tu culpa. No fue la culpa de ninguno de nosotros porque, aunque lo olvides, nosotros también, lamentablemente, matamos cuando estuvimos en las celdas -me recordó-. Cuando tienes que elegir entre la vida de alguien que no conoces y la tuya, el instinto humano te lleva a elegir la segunda opción. Nunca nos contaste cómo escapaste la última vez que estuvimos aquí, asi que supongo que habrá sido con la oscuridad esa -dedujo-. Tiene sentido. Como habrás imaginado cuando Elias dijo que yo era mejor en algo que él, aunque no lo admita, a Elias le pasó lo mismo que te pasa ahora. Ya no sirve lamentarse. Piensa en cómo arreglarlo. Hay que terminar con estos hijos de...

-Yo que ustedes saldría de aquí -jadeó B-. Aunque esto ya está en bloqueo. Si me protegen, les voy a contar dónde encontrar al Alto en la próxima reunión -negoció.

-Si te protegemos de qué?

Parecía que los mutos sólo esperaban que preguntemos. Un gordo atravesó una puerta rodando. Un fuerte nos revoleó una máquina grande. Y un naranja brillante -contra los que aún no nos habíamos enfrentado- se dividió en muchos mas chicos que se teletransportaban para todos lados.

Dark LightWhere stories live. Discover now