Latido del corazón © [Completo] EN PAPEL

Agradecimientos

No puedo creer que por fin logré terminar la novela. No tienen idea de lo orgullosa que me siento ente este momento. Comencé a escribirla como una forma de desahogarme porque sentía que se me estaba viniendo el mundo a pedazos. En medio de todo el dolor y el rechazo, la escritura apareció como mi forma de surgir. Utilizaba mis propias emociones para describir el dolor de los personajes, y gracias a ello pude crear una de las historias más profundas de las que me creí capaz.
Quiero agradecerles a ustedes, lectores. Hay días en los que me levanto y todo en mi vida parece demasiado mal, demasiado triste como para siquiera intentar sacar mi cabeza del agujero. Todos tenemos problemas, aunque sean diferentes, y nadie tiene una vida perfecta. Tampoco yo, aunque intente aparentarlo. Y escribir para ustedes siempre fue como mi medicina, porque me sumergía en este mundo que yo misma creé y en el que ustedes decidieron creer conmigo. Los únicos conflictos en mi mente eran los de Ángela y no los míos. Por eso amo escribir, y a quien pregunte por qué lo hago, allí tiene la respuesta; nunca ha sido por fama o por dinero (porque eso tampoco tengo) y si ustedes lo hacen por eso, estarán demasiado errados. Deben hacerlo con amor, porque sientes que deben escribir o su pecho va a quemarse. Más o menos eso siento yo, y si no tienen pasión por esto, no pertenecen aquí de todo. Hagan siempre lo que los haga más felices.

Lo único que deseo con este libro es haberles enseñado algo. No importa qué, aunque fuera pequeño... Si aprendieron o entendieron algo de la vida a través de estas páginas, les estaré eternamente agradecida por ello. Yo aprendí que en el mundo hay tonos grises, no solo justos y pecadores; que la vida es dolorosa, que el amor puede ser sinónimo de sufrimiento, pero que precisamente así sabemos que es amor; que hay formas sanas de amar a alguien y que las decisiones que debemos tomar a veces serán más grandes que nosotros mismos. Que la vida no es justa, y esa es la verdad, pero debemos intentar ser felices con lo que tenemos y dejar de mendigar, de llorar, de reprochar. Que las cosas solo suceden una vez, que el tiempo no regresará por más que lo supliquemos, y que a veces solo quedan agridulces recuerdos. Aprendí que en un instante todo puede cambiar, y una persona puede echarse a morir o resurgir de las cenizas. Y que, sobre todas las cosas, existe un amor tan grande que es imposible negarse, que no entiende de razones; una conexión que pulsa entre dos personas y una grieta en el alma que nunca estará llena a menos que estén cerca. Y eso tampoco es justo, pero se puede sobrevivir y no tenemos más opción. La vida raramente nos da lo que merecemos todo el tiempo. Que existe un amor que nadie comprende, pero que toma todo de ti y se lo lleva consigo. Que debes superarlo, que debes reponerte... Y que debes ser fuerte. Morir es alivio. Vivir es lo más difícil que a un ser humano puede sucederle.

Sin más me despido, lectores. Mi intención al escribir es provocar todo tipo de emociones en ustedes; si los hice reír, llorar o enojarse, me siento muy orgullosa de ello. Y gracias por permitirme hacerlo, por esperar meses completos por un solo capítulo y por nunca abandonarme en este viaje. Ustedes son una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida. Desde Spotter, su fidelidad ha sido incuestionable; sus votos y comentarios me llenan de alegría cada día. Gracias porque, sé que no soy la mejor persona sobre la tierra, pero de alguna manera me permiten ser partes de sus vidas. 

Los quiero muchísimo, y espero que no me abandonen aquí. Hay muchas historias que deseo escribir, demasiadas ideas nuevas listas para plasmar en papel... Incluyendo, quizá, la historia de Kiran y Perssia. Creo que será tan bonita que merecerá ser contada, como la de sus padres.

Recuerden que este libro saldrá en papel. Aún NO tengo fechas, por eso les pido que se mantengan al tanto de mi cuenta de Instagram, porque es allí donde siempre publico las actualizaciones sobre todos mis libros. 

Y una vez más, ¡gracias por acompañarme! Lloré muchísimo escribiendo el epílogo, me enamoré de cada uno de los personajes... Espero que los vean como personas reales, como problemas que podrían llegar a suceder en realidad. Y espero que no se arrepintieran de leer cada una de mis palabras.

Les mando un beso gigante. Con todo el cariño, y con cada uno de los latidos de mi corazón,

Marian Herrera.