Mi vida transcurrió como una película de amor...

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... protagonizada por Eveline y Jason. 

Película que todos parecían disfrutar viendo excepto yo.

El sábado tuve que aceptar la invitación de Eveline a merendar. Le había prometido que liberaría un día para salir con ella y debía cumplir. Sin embargo, al llegar al sitio descubrí que no seríamos solo nosotras dos. No solo estaba Jason, sino que la acompañaban otras siete personas más: Stephanie, Melanie, Charlie, Javier, Carmen, Luca, una chica llamada Aimara que era del equipo de porristas y un chico que no recordé cuál era su nombre hasta que Eveline le habló.

—Dylan, irás con Luciana a la Fiesta de recaudación de fondos para los niños de Haití ¿verdad?

—Sí, en realidad mis padres arreglaron con los suyos para venir a la casa de campo el domingo siguiente, por lo que esa noche viajaremos juntos —contestó sonriendo con amabilidad y cierta timidez. Era uno de los chicos populares por supuesto, pero cuando me lo cruzaba me transmitía un aura increíblemente atractiva, simpática, tranquila, similar a Jason.

La mesa era redonda y lo suficientemente grande como para que cupieran todos, aunque quedando algo ajustados. Melanie y Stephanie me hicieron espacio en medio de ellas. 

La tarde tuvo sus momentos, a veces conseguía reírme de algunas bromas o me entretenía participando en la plática de Steph y Melanie. Tengo que confesar que por un momento me pareció retroceder en el tiempo y estar en el mismo grupo de amigos que alguna vez solíamos ser. De vez en cuando Eveline se echaba sobre Aimara para comentarme algo y luego se volvía para darle un beso a Jason.

—Oye, ¿te encuentras bien? —me preguntó Stephanie.

—Sí, sí, muy bien —contesté, sonriendo.

—Estas un poco distraída.

Tal vez lo decía porque iban dos veces que me confundía las cucharas de nuestras porciones de torta, o porque no había prestado atención a la pregunta que me había hecho Luca segundos atrás.

—Tal vez un poco —le reconocí, moviendo la cabeza para quitarle importancia. Ella rió como si fuera una broma y siguió prestando atención a la conversación que mantenían los demás. No era de mi interés, pues no estaba familiarizada con sus chistes y anécdotas.

Solté un suspiro bajando la vista a mi chocolatada. Iba por la mitad y se estaba poniendo fría. Pensé que era hora de que me fuera. Volví a levantar la vista y me encontré con los ojos atentos de Jason sobre mí.

Fruncí el ceño y miré hacia Eveline partiéndose de la risa por algo que decía Dylan. Tenía su delicada mano en el hombro de su novio, acariciándolo como si fuera un acto instintivo.

Era la primera vez que tenía la oportunidad de contemplar las actitudes de pareja de ambos fuera del instituto y no me topé con ninguna sorpresa, Eveline era tan pegote como en clases y Jason a veces le correspondía y a veces parecía darle lo mismo, como si estuviera acostumbrado a tener a su novia colgada del brazo todo el tiempo. Pero algo debía reconocer: eran perfectos juntos.

También descubrí que Jason podía llegar a ser muy gracioso si quería. Dejando de lado nuestros conflictos, me gustaba su forma de ser, no era una persona que pudiera generar enemigos, se comportaba amable y dulce con todo el mundo, incluso a los camareros les sonreía cada vez que le traían algo, muy diferente a sus amigos que tenían la costumbre de tratarlos como si fueran la servidumbre.

Más tarde pedimos la cuenta. Eveline me invitó, pero yo insistí en pagar mi parte. Fue un terrible lío juntar el dinero de todos, más que nada porque ellos tenían billetes grandes. Le di mi parte con el cambio justo a Eveline y dejé que ellos arreglaran lo suyo. Algunos se pelearon, el camarero ya estaba comenzando a fastidiarse y se retiró, dejando que nosotros resolviéramos el problema. Cuando creyeron que estaba solucionado, Charlie fue con todo el dinero a buscar al camarero, pero Dylan se apresuró a seguirlo porque no estaba seguro con el arreglo que habían hecho y Melanie creía que le estaban haciendo poner de más. Stephanie se hartó y dijo que nos esperaba afuera junto con el resto, Eveline y Carmen aprovecharon para ir al baño y quedamos Jason y yo en la mesa.

El chico equivocado© [COMPLETA]Where stories live. Discover now