Entré a casa...

754 100 15
                                    

... acalorada pero sintiendo que había pasado un buen día, atravesé la sala revoleando en el camino mis sandalias y fui directo a la cocina. Me pareció que no había nadie, pero por si acaso grité esperando que alguien me respondieran.

Tenía un rato para descansar, comer algo y bañarme. Iría a cenar a casa de Alexia y como quedaba bastante lejos y el único autobús me dejaba a dos kilómetros de la propiedad, pasaría la noche allí. Imaginaba que sería divertido.

Abrí la heladera y bebí leche directamente de la botella, tal y como le había reclamado a Joe tantas veces que no hiciera. Pero él no se encontraba cerca y no tenia ganas de ensuciar un vaso. Tome un plátano y recargué mi cadera contra el mueble, escuchando únicamente el sonido del reloj en la pared. 

Era muy extraño que Joe no estuviera. Tal vez Ana había logrado sacarlo de la casa. Tal vez hasta había vuelto con su padre. Descarté esa posibilidad al ver sus cosas desperdigadas por la sala, los videojuegos sobre su consola colocada en el suelo bajo el televisor y el peligroso enredo de cables que amenazaban con producir un corte eran una clara señal de su presencia.

Ignorando aquel sector de la casa que ya no pisaba, subí a mi cuarto y me di una ducha rápida. Utilicé agua fría y un poco más fresca me recosté en la cama sin vestirme aún.

Esa tarde había conocido a la mamá de Jason y había sido una situación muy interesante y muy inesperada.  

El muy tonto no me había advertido del almuerzo que él y Clara habían planeado, tomándome por sorpresa al oírla entrar a su casa y llamarnos a ambos con total naturalidad. Mis mejillas se tornaron bordó y mis ojos se abrieron como si su mamá hubiera entrado a la habitación atrapándonos haciendo algo indebido. Las paredes debían ser muy angostas porque su canturreo se escuchó tan cercano que sentí que me hablaba al oído.

Él solo se rió de mi desesperada reacción y encogiéndose de hombros me dijo que se había olvidado de avisarme. Sí, claro, como si yo fuera tan tonta de creerme esa patraña. Estaba completamente segura de que lo había hecho a propósito, porque me conocía bien y como me conocía sabía que habría rechazado la invitación, o en caso contrario, me hubiera agarrado un ataque de nervios. Pero es que vamos, si bien a Clara ya la conocía y ella a mí, esta vez nos presentaríamos formalmente por el vínculo que mantenía con Jason.

Me arreglé la ropa mientras él entraba un momento al baño y una vez listos salimos juntos de la habitación. Antes de llegar a la cocina se me cruzaron demasiados pensamientos que si los hubiera exprimido con más ahínco habría escapado corriendo de esa casa: algunos como ¿qué pensaría Clara de la relación que Jason había tenido con Eveline? Sabía que la había conocido, pero no estaba enterada hasta qué punto. Por otra parte también la emoción de ser presentada como la novia de Jason por primera vez me llenaba de excitación.

—¿Estás nerviosa? —me preguntó Jason antes de pasar a la cocina.

—¿Por qué? ¿se nota? 

—En realidad te ves muy contenta y con cierto brillo de soberbia, ese que te caracteriza un poco —añadió, señalando mi rostro.

—¡Eso no es cierto! —exclamé, golpeándolo. Él solo se estaba mofando de mí, lo note en su risita insoportable.

Clara me saludó alegre y empezó a cocinar, mientras Jason servía bebidas heladas y conversábamos. Era adorable, me hizo muchas preguntas, pero en ningún momento me hizo sentir incómoda. La relación entre ella y Jason era tan refrescante y natural que no me pareció estar tratando con una madre cualquiera.
Ella era joven y chispeante, todo lo opuesto a mis papás, también una gran bromista y cocinaba sencillo pero delicioso, no temía para nada usar muchas veces el microondas y sabía de informática porque había hecho un curso acelerado. 

El chico equivocado© [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora