Capítulo 04

19.6K 899 8
                                    

Math: hay demasiadas mujeres con un excelente cuerpo y hermosas sin embargo has elegido a una cajera de una cafetería antigua que apenas has visto y ni siquiera sabes su nombre y por la noche es mesera de un club nocturno, eso sin contar que nunca te ha visto y no sabe que existes.- saque mi dedo medio y lo coloque frente a su rostro mientras seguía conduciendo.
Mario: estoy más que seguro de lo que haré así que por favor no sigas cuestionandome, esta noche tengo que tenerla conmigo sí o sí.- estacione el auto afuera del club y me dispuse a bajar, detrás de mí venía Math.
Muchas meseras merodeaban por ahí pero ninguna que me interesará, me senté en el sofá de cuero en un rincón para poder observar mejor el escenario.
Mario: sí la ves no dudes en decirme, necesitó que solo ella me atienda el día de hoy.- Math asintió alejándose de la mesa para hablar con el encargado del lugar, observe cómo aquella castaña se acercó cuándo el pelinegro le llamó, ella se giró a verme pero solo baje la mirada para que no pudiese ver mi rostro, no ahora.
Math: listo, todo arreglado.- sonrió sentándose a mi lado mientras encendía un cigarrillo.
Tn: buenas noches, esperemos que el show de esta noche sea de su total agrado, les he traído un especial que han preparado para ustedes así que por favor, disfrutenlo.- colocó unos vasos frente a nosotros con líquido amarillento y algunas frituras picantes.
Ella se retiró cuándo la música comenzó y detrás de una cortina roja salieron 4 bailarinas con vestimenta del mismo color y comenzaron a bailar para el público.
No me podía concentrar en ellas debido a que la única persona que me interesaba esta noche se encontraba atendiendo a más hombres lo cual me ponía tan tenso y quería correrlos a todos para que solo tuviera ojos y tiempo para mí.
Narra Tn:
Mi turno había terminado y por fin iría a casa, termine de cerrar mi suéter y salí del club después de despedirme de cada uno de mis compañeros, la noche se sentía tenebrosa ya que no había persona alguna merodeando por las calles y solo se podía escuchar los ladridos de perros, hoy más que nunca sentía miedo y tenía un mal presentimiento.

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora