Capítulo 145

7.1K 264 3
                                    

Según Mario, faltaba nada para llegar por fin a Los Angeles, llevaba varias horas en carretera y podía jurar que no sentía mi trasero y mi espalda me rogaba por estirarme un poco.
Nuestras manos se encontraban entrelazas y él la mayoría del tiempo estaba sonriendo lo cual era lindo, aun había muchas cosas que no sabia sobre él pero también tenía claro que no le gusta hablar sobre el tema, siempre que trato de preguntarle algo sobre su familia me evade por completo.
Mario: ¿qué quieres hacer en cuanto lleguemos? Probablemente ya esté oscuro cuándo eso suceda.- su mirada se concentro en mí por unos segundos y después regreso a la carretera.
Tn: lo único que tengo en mente es ducharme y dejarme caer en la cama para dormir cómo un bebé.- suspire, ambos estábamos demasiado cansados y aburridos por todo el trayecto y sé que en el fondo él también quería llegar a dormir pero no decía nada ya que quería pasar tiempo conmigo.
Mario: sí, yo también estoy agotado.- suspiro y recargo su cabeza al asiento pero sin dejar de ver el camino.- estos últimos días fueron muy difíciles y no dormimos cómo deberíamos así que te concedo tu deseo, llegáremos a dormir.
Tn: ¿te han dicho que eres lindo cuándo estás frustrado? No digo que sea bueno que lo estés sino que cuándo estás pensando en algo, molesto con alguien o pensativo, te miras realmente encantador.- Sonreí mientras lo miraba conducir, su perfil era perfecto desde mis ojos y ese lunar en su mejilla me encantaba.- nunca me haz contado cómo era tu niñez, no sé muchas cosas sobre tu vida y me encantaría saber cómo era.
Mario: no hay mucho que contar en realidad, mi niñez fue cómo la de cualquier niño así que no hay nada que tengas que saber.- sabía que este tema lo ponía mal por la forma en la que sus nudillos se apretaban en el volante y su mandíbula se tensaba.
Tn: tú sabes todo sobre mí o al menos lo más importante, me gustaría saber algo más sobre ti que no sea tu nombre o tu trabajo.- no dijo nada por unos segundos y después suspiro.
Mario: necesitó todo un día para poder contarte mi vida así que será después, quizás en cuanto lleguemos a Los Angeles, por ahora solo quiero tomar tu mano.

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora