Capítulo 37

11.1K 541 4
                                    

Caminamos por un pasillo oscuro y subimos unas escaleras de madera las cuales crujían con cada paso que dábamos, estaba un pequeño pasillo el cuál nos llevaba a una puerta color blanca con con colgante desgastado, él la abrió haciendo que chillará debido a lo gastada que estaba.
Mario: esto ya está muy gastado, sí decides quedarte con esta sala cambiaré la puerta y los pisos de este lugar.- él tiro de una cuerda y enseguida el foco alumbró toda la habitación, en el centro estaba el piano cubierto totalmente de polvo, las paredes estaban pintadas con un color rosa pastel pero la pintura estaba desgastada ya.
Tn: ¿desde hace cuanto que no entras a este lugar?- pase mis dedos por las teclas del piano llevando conmigo el polvo que lograba quitar con las yemas de mis dedos.
Mario: no recuerdo cuándo fue la última vez que entre aquí, solo sé que me trae recuerdos amargos.- su tono era serio ahora.
Tn: sí gustas ve a arreglar tus cosas y yo me quedaré aquí limpiando, creo que estaré ocupada todo el día.- Sonreí entusiasmada, creo que es la primera vez desde que estoy aquí que siento que mi corazón late de felicidad.
Mario: te dije que Rose lo haría, por favor no insistas.- baje la mirada y me acerqué a él, no quería ir a encerrarme de nuevo a la habitación.
Tn: por favor, dejame sentir que sirvo en algo, quiero sentirme viva aunque sea por un rato ¿sí?- él suspiro y se quedó pensando por unos segundos pero al último solo asintió no muy convencido.- gracias, te prometo que no haré nada malo, solo me quedaré aquí y te mostraré los resultados cuándo termine.
Mario: de acuerdo, de acuerdo.- rodó los ojos y sonrió.- no cargues nada de aquí porque puedes lastimar a nuestro bebé y lastimarte a ti misma, sí quieres que mueva alguna cosa tan solo ve a mi despacho y vendré enseguida.- asentí rápidamente y él sonrió antes de salir de la sala, sería un trabajo duro pero estaba emocionada por ver los resultados y poder sentarme frente al piano.

Narra Mario:
Salí de ahí dejándola emocionada, me gustaba verle de esa manera y saber que de alguna manera la hice feliz.

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora