Capítulo 199

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La luz del sol traspasaba ya el ventanal, abrí los ojos fácilmente ya que anteriormente no había podido dormir bien, era extraño estar en otra casa y completamente sola, no recibí un beso de buenos días... Aunque sinceramente, iban semanas de que no recibía alguno, me levante de la cama y fui hasta el baño para darme una ducha, el olor era diferente al que estaba acostumbrada, no olía mal...me refiero a que siempre estaba la fragancia de Mario por doquier y me hacia sentir que lo tenia cerca, ahora no puedo decir lo mismo. Deje que el agua relajará mis músculos por un rato y después salí para luego vestirme, me coloque frente al pequeño espejo que estaba sobre el lavamanos, tenia ojeras y mis ojos estaban hinchados, me deje el cabello suelto y después salí del baño. Seguramente para esta hora ya el cuerpo de Math se encuentra en casa de Mario, aunque sinceramente, no sé cómo haré para poder estar ahí... Tomé el teléfono de pared y marque el numero de Luis, este enseguida me respondió.
Luis: diga? Se le ofrece algo, señorita?- se escuchaba algo de ruido detrás de su voz, supuse que ya estaba ahí. Lancé un suspiro y hable.
Tn: quiero ir a ver a Math antes de irme pero no conozco nada de aquí y no sé cómo llegar a la casa de Mario...¿crees que puedas llevarme? Prometo que solo será esto y después no los molestaré más.- rogué.
Luis: por supuesto que sí, no se preocupe que en unos momentos estaré allá.- agradecí y este enseguida colgamos, me senté en el sofá mientras miraba la cadena que Mario me había regalado, el pequeño diamante estaba reluciente, se me escaparon las lágrimas enseguida al recordar cada momento que pase con él, sentía el corazón destrozado y no solo por haber terminado mi relación sino que aún no podía resignarme a que Math no estaría más aquí... Eso me destrozaba aún más. Pasaron al menos 30 minutos y Luis ya había pasado por mí. Llegamos a la casa de Mario, había ya algunos carros y un grupo de personas bajaban arreglos florales, yo en el camino le había comprado al menos una flor color blanca, baje de la camioneta con un poco de nervios pero con más dolor, poco a poco me fui acercando así logrando ver el ataúd, estaba rodeado de arreglos florales, algunos llevaban los nombres de las familias que se lo regalaban. Muchas personas, la mayoría hombres, se encontraban por todos lados vistiendo de negro...agradezco que el conjunto deportivo que llevaba puesto era negro, me acerque al ataúd y pude ver su cara a través del cristal, llevaba puesto un traje color negro...su favorito, parecía que estaba durmiendo, sus manos estaban junto unidas sobre su pecho y entre ellas tenía un rosario, su cabello estaba perfectamente peinado, parecía un muñequito de porcelana. En la tapa del ataúd había fotos de él, tan sonriente y alegre todo el tiempo, había una en especial en dónde estaba conmigo y yo me estaba riendo de las caras que estaba intentando imitar, la tome entre mis manos y deposite un beso en ella. La pegue en mi pecho y las lágrimas no tardaron en salir, acaricie el cristal tratando de imaginar que lo estaba tocando.
Tn: gracias por todos esos momentos que pasamos juntos, por las sonrisas que me sacaste en todo este tiempo, por ser un mejor amigo y un confidente para mí, gracias por haberme apoyado aún cuándo yo recién acababa de llegar, dijiste que serias el padrino de mis hijos y que uno de ellos se llamaría cómo tú...lo siento por no haberte insistido más en que te quedarás conmigo, no voy a olvidarte y te prometo que cuándo tenga mi primer hijo llevará tu nombre, te voy a querer siempre, en cada momento.- hice una pequeña cruz sobre el cristal mientras recordaba su última sonrisa. Sentí unas manos colocarse en mis brazos con dureza, me giraron para así encontrarme con la cara demacrada de Mario, sentí mi corazón latir con intensidad, me alegraba verlo, pero por otro lado...me sentía mal.
Mario: ¿por qué sigues aquí? Te pedí que te fueras.- dijo esto entre dientes para evitar que alguien lo escuchara.
Tn: yo...lo siento...- mi voz temblaba, anhelaba abrazarlo pero él parecía que no quería lo mismo.
Mario: quiero que te vayas ahora, verte me hace daño.- susurro con dureza, me tomo de un solo brazo y me obligó a caminar detrás de él hasta llegar a la calle. Ahí me soltó y me miro.- no quiero verte ¿puedes entenderlo? No quiero tenerte cerca.
Tn: está bien...eso ya me lo dejaste muy claro ayer, sólo que...Math era mi mejor amigo y al parecer era la única persona que me quería aquí así que venia a despedirme de él, sólo eso.- suspire tratando de contener las lágrimas nuevamente, pero tengo que admitir que estaba muriendo por dentro.
Mario: bueno pues ya lo hiciste, ahora puedes irte.- la frialdad con la que decía las cosas me hacían creer que de verdad estaba hablando en serio y me convencí de que irme era lo correcto. La voz de una mujer se hizo presente, Loren se lanzó a los brazos de Mario y depositó un beso cerca de sus labios.
Loren: oh mi cielo, me entere de lo que sucedió y lo lamento muchísimo, estoy aquí para ti.- Mario me miró por unos segundos y rodeó su cintura apegandola más a él. Tomó su cara y le dejo un beso en los labios, ahí entendí que en realidad no le importaba ni un poco y que sí en algún momento se me cruzo por la mente no dejarlo, ahora estoy segura de hacerlo. Sentí un puñal en mi pecho dejándome con dificultad para respirar, las lágrimas salieron e inmediatamente las limpie, su mirada estaba conectada con la mía y después cerró sus ojos disfrutando de aquel beso.
Loren: bueno cariño, iré a ver a Math, te espero allá.- sonrió y dejo un corto beso en sus labios para después irse.
Tn: por qué?...- suspire tratando de controlarme.- me jurabas cada jodido día que me amabas y que jamás me dejarías, pero de un día para otro me usas como una pelota que puedes botar cuándo se te antoje ¿sabes el daño que me estás haciendo? Me estás rompiendo el corazón, todos mis sentimientos los estás mandando completito a la mierda, espero que ahora ya puedas tener esa felicidad que tanto anhelabas, y de verdad deseo que jamás se te olviden los momentos que pasamos juntos y que cada noche antes de dormir se te venga a la mente lo mucho que me lastimaste, que recuerdes que yo por ti estaba dispuesta a todo y que me arriesgue por ti a muchas cosas, me coloque frente a la muerte sin temerle porqué ella estaba aferrada a ti, pero te importó una mierda, te juro que no volverás a verme en tu vida y que voy a olvidarte, eso te lo juro.- mi voz salió ronca y me di la vuelta, comencé a caminar alejándome completamente de él, dejando atrás todo lo vivido en el tiempo que estuve ahí. Pasando una cuadra de esa casa escuche el sonido de una camioneta, Luis me hizo una señal para que subiera y así lo hice.
Luis: te llevaré al aeropuerto y me aseguraré de que abordes con bien, no lo hago por mi jefe...lo hago porqué en todo el tiempo que llevo de conocerte me trataste como un miembro más de la casa y no cómo un simple empleado, estoy agradecido contigo.- sonrió, después de eso todo el camino fue silencioso pero nada incómodo. Llegamos al aeropuerto en menos de 1 hora, compre el pasaje para México y me senté a esperar mi turno.- te deseo mucha suerte y espero que ese dolor sane pronto, tienes mi número así que llama para cualquier cosa ¿está bien?- asentí levemente.
Tn: gracias por todo, por favor...cuida a Mario y no dejes que se pierda en algún vicio, dile que coma y cuidalo de Loren, esa chica no me da confianza...por ultimo dile que lo aml y que gracias por todo.- el chico sonrió y asintió. La típica voz para avisar que ya tenía que abordar sonó y tomé mi boleto de avión para después comenzar a caminar, mire por última vez a Luis el cual me sonreía desde la sala de espera y levante mi mano en forma de despedida, este hizo lo mismo. Entregue mi boleto y camine hasta donde se encontraba el avión en el que abordaría, todo se había terminado ahora y no había vuelta atrás. El futuro es incierto, nadie sabe lo que puede ocurrir el día de mañana pero intentare estar preparada para eso, de verdad lo intentaré.

~Continuará... (2da parte de me perteneces ya disponible..."Te encontré")

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