Capítulo 120

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No había podido pegar un ojo en todo el vuelo, la emoción que tenía en estos momentos era demasiada que incluso mis manos temblaban, estaba ansiosa por abandonar el avión.
Mario: ya llegamos así que preparate, te advierto que sí intentas correr hacia un lugar...- no dejé que terminará y coloque mi dedo índice en sus labios.
Tn: no lo haré.- él asintió levemente y apartó mi mano de sus labios, me levanté del asiento pasando por encima de él para formarme en la fila que estaban haciendo para poder salir del avión, mis pies no dejaban de danzar ni mucho menos mis manos, quería empujar a todos para poder desalojar el avión lo más rápido que se pueda.
Mario: ¿puedes controlarte? Vas a caerte sí llevas toda esa adrenalina.- ni siquiera intente hacerle caso, la luz de afuera chocó en mi rostro causando una alegría inmensa, por primera vez en mucho tiempo me sentía un poco libre y sé que podría disfrutar del aire sin que alguien me atrapará o me obligará a entrar a la soledad, terminé de bajar los escalones del avión y lo primero que hice fue inhalar el viento, el frío en México es más intenso...o quizás, nunca pude sentir el clima frío de allá.
Mario: dijeron que nos esperarían aquí pero no los veo por ningún lado, espero que no se les haya olvidado.- sacó su celular y comenzó a teclear, en el tiempo que llevo con él jamás sacó su celular así que es la primera vez lo que veo usarlo, me pareció raro.- vayamos por la otra puerta, quizás los encontramos por allá.- me tomó la muñeca y comenzamos a caminar, había bastante gente y la mayoría estaban abrazándose con sus familiares o amigos, se miraban muy felices de volverse a encontrar y eso era lindo. Mario abrió la puerta y salimos, volví a sentir aquel viento que hacía volar mi cabello, me estorbaba e incluso se metía a mi boca pero creo que no me quejaría de ello ahora, tenía que aprovecharlo antes que terminará.
Un chico vestido completamente de negro se acercó a nosotros y saludo a Mario haciendo una reverencia.
Mario: por un momento pensé que no vendrias, Mauricio.- él chico se disculpó y nos indicó el camino hasta llegar a una camioneta color negra con vidrios oscuros.

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