Capítulo 124

7.7K 324 10
                                    

Ya nos encontrábamos en el restaurante, habíamos elegido un lugar para poder comer tranquilamente y precisamente había uno de mariscos cerca de dónde estábamos, pedimos nuestra orden y ahora solo nos mirábamos entre sí de vez en cuando sin pronunciar palabra alguna, me sentía rara a pesar de que era lo que deseaba desde un inicio.
Mario me había dado el lugar del rincón para él colocarse a mi lado, estaba agradecida un poco ya que tenía demasiado frío entonces no tendría que recibir el aire fresco de las personas que entren.
__: aquí está su pedido, dos filetes de pescado con una copa de camarones y dos limonadas, buen provecho.- le Sonreí en forma de agradecimiento y este se retiró, mi estómago estaba anhelando comer algo por fin después de no haber probado bocado desde antes de subir al avión. Tomé mi platillo y comencé a comer de inmediato, quizás me miraba horrible comiendo pero eso ahora no me importaba en lo más mínimo y sé que a él tampoco, la forma en la que devoraba aquel filete demostraba que su apetito era mayor que el mío.
Tn: Hicimos una buena elección con este restaurante ¿verdad? La comida sabe realmente deliciosa.- él asintió rápidamente mientras se limpiaba los labios con una servilleta, ahora me daba cuenta que su humor cambiaba drásticamente cuándo probaba algo de comida.- nunca me habías dejado sin comer por tanto tiempo, ahora me da el doble de hambre ¿sabes?
Mario: lo sé, por eso pedí los camarones extras para que comas bien ya que no puedes malpasarte.- era tan tierno cuándo se preocupaba por mí que quería llenarle de besos toda la cara mientras pellizcaba sus cachetes.- la junta que tengo es en unas horas más así que ¿qué te parece sí vamos al panteón en dónde tu abuela fue sepultada?- me quedé en silencio por unos segundos para tratar de procesar lo que recién había escuchado y él me miro.
Tn: nada me haría más feliz que eso.- se dibujo una diminuta sonrisa en su rostro y siguió comiendo, lo miré por un momento y confirme lo que tanto vagaba por mi mente y lo que tanto temía, me había enamorado de él.

Me PertenecesWhere stories live. Discover now