Capítulo 49

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Mario se encontraba sobre la cama sosteniendo la bolsa de hielo mientras yo me ponía la pijama en el baño, me quedé frente al espejo mirando mi figura e imaginando que en unos meses mi vientre crecerá de una manera indescriptible, pase una de mis manos por él e hice pequeños masajes, imaginaba que él bebé podía sentirme.
Salí del baño y él clavó su mirada en mí, no sé que estaba pasando por mi cabeza cuando decidí lanzarme contra ese orangután ebrio, ahora gracias a eso mi mano me punza.
Mario: ¿te quedarás ahí parada viéndome?- mis sentidos regresaron y camine hasta dónde él se encontraba.
Tn: dejame ver sí aún tienes muy inflamado.- él se quito la bolsa con hielos y se acercó para que yo pudiera observarlo, tenía un moretón y aún seguía inflamado sin embargo ya era menos, pude observar también que sus pestañas eran bastante bonitas y largas, no sé diga su lunar en la mejilla. Él rápidamente colocó ambas manos a mis lados obligándome a quedar recostada sobre el cama, se posicionó sobre mí pero sin dejar caer todo su peso.
Mario: no me gusta esa posición.- sonrió y abrió mis piernas para colocarse entre ellas.- estoy más cómodo.- me sonrió por unos segundos, estaba asustada y creo que él lo sabia, borró su sonrisa inmediatamente y de golpe unió sus labios a los míos, solo me quedé quieta, aparte de que él me tenía inmóvil con su cuerpo.- ¿recuerdas nuestro trato? Sí no quieres entonces solo debo llamar a Math para que de la orden.-sacó su teléfono y comenzó a marcar, no podía permitir que le hicieran algún daño a la persona que más quiero en el mundo, así que sí...lo pensé por unos segundos pero al final lo hice.
Tn: no lo hagas, besame.- él me miro por unos instantes y fruncio el ceño.
Mario: ¿qué dijiste? Creo que no te escuche.- era un maldito.
Tn: solo...besame.- él sonrió victorioso y tomó mi rostro para después besarme, me dolía por el golpe sin embargo, a pesar de pensarlo mucho mis labios comenzaron a moverse lentamente junto con los de él, bajo su mano lentalentamente e intento meterla bajo mi blusa mientras ahora sus labios besaban mi cuello.- no por favor, detente.

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