Capítulo 165

6.2K 258 0
                                    

Habían pasado ya algunas semanas desde lo ocurrido y Mario me ha traído un psicólogo para que me ayudará a mejor con mi estado de ánimo, en las noches me despertaba de la nada y comenzaba a llorar como sí no existiera un mañana y con la ayuda de ese psicólogo he mejorado bastante, el dolor no se va pero tampoco es tan fuerte cómo antes.
Me encontraba sentada en el sofá mientras miraba caricaturas en una televisión que Mario había comprado para distraer mi mente, había contratado a otra señora que preparaba la comida y parecía estar cómoda aquí. La puerta se abrió torpemente dejándome ver a un chico castaño entrar con una sonrisa.
Math: ¿cómo está mi segunda chica favorita?- Sonreí tímidamente mientras miraba cómo tomaba asiento a un lado de mí.
Tn: estoy bien, cada día estoy mejor así que no puedo quejarme.- él asintió, su mano se dirigió hasta su bolsillo y de el sacó un pequeño paquete de gomitas picantes, él sabia que me encantaban.- gracias, desde hace días tenía antojos de unas pero Mario no me dejaba comer.- hice un puchero y sonrió.- ¿cómo está Catalina?
Math: ella está bien, desde hace días ha estado un poco distraída sin embargo he tratado de mantenerla en el mundo real.- hizo una mueca, él no estaba bien pero estaba intentando ocultarlo.
Tn: quizás deberías de considerar la idea de que le hace falta una amiga y sí quieres puedo salir con ella, solo necesito que hables con Mario para que eso sea posible.
Math: ¿de verdad harías eso por mí?- asentí rápidamente, no entiendo porqué lo pregunta sí lo que más deseo es tener una amiga.- yo me encargo de Mario.- se levantó rápidamente mientras dejaba un beso en mi frente y me agradecía. La puerta se volvió a abrir y entró Mario con una pequeña bolsa café colgada en su antebrazo, una sonrisa se dibujo en su rostro mientras miraba a Math y lo hundía en sus brazos, hace días que ellos no se miraban debido a que Math tenía algunos asuntos que resolver y ahora al fin volvió.
Mario: ¿todo salió bien? ¿No estás herido?- él castaño negó rápidamente mientras reía, dirigió su mirada hasta dónde yo me encontraba y me regaló una sonrisa bastante tierna.

Me PertenecesOù les histoires vivent. Découvrez maintenant